Es un 30% más probable que un pequeño tenga un incidente en ella que fuera.
El pasado año se produjeron dos millones de accidentes, que se saldaron con 2.000 muertes, entre niños y adultos. El objetivo de todo padre es proteger a sus hijos, pero según los datos que maneja Acierto.com, más de la mitad de los accidentes, en concreto, el 54%, que sufren los niños menores de cinco años ocurren en casa. Y es que el domicilio familiar está plagado de enchufes, peligrosas repisas, mesas de cristal, productos de limpieza, medicamentos y un largo etcétera que lo convierten en un espacio propicio a los accidentes. Tal es así que es un 30% más probable que un pequeño tenga un percance en este contexto que en la vía pública. El problema no es solo español. La primera causa de muerte en niños de hasta 15 años en países desarrollados son los accidentes, sobre todo en el hogar.
Asimismo, según baraja este comparador de seguros del hogar, se estima que cada 24 segundos tiene lugar un incidente doméstico en España. Los más comunes son aquellos ocasionados por caídas, 2 de cada 5, seguidos de los cortes y desgarros, golpes y quemaduras, y aquellos que suceden fruto del agotamiento. En el caso de los niños son también frecuentes las intoxicaciones y los ahogamientos. Unas cifras preocupantes, sobre todo si tenemos en cuenta que el pasado año se produjeron 2.016.555 accidentes que requirieron tratamiento hospitalario y que se saldaron con 2.000 fallecidos. Cuando incluimos también aquellos que fueron atendidos en el propio hogar, los números se disparan. Entre los que sí precisaron atención hospitalaria, el 50% de los accidentados sufrieron secuelas. Además, la media de días de ingreso para estos pacientes se sitúa en ocho. El azar (50%), los descuidos (19%), la imprudencia (17%), y la intervención de una segunda persona (5%) fueron las principales causas del siniestro.
Perfil de riesgo y recomendaciones
Más allá de los niños, el comparador de seguros estima que son las personas entre los 25 y los 45 años, las que se hallan en el principal grupo de riesgo. En este caso, son las mujeres las que tienen casi un 20% de probabilidades más que los hombres de padecer un accidente doméstico. La prevención es la mejor fórmula para evitar accidentes, razón de más para llevar a cabo unas pautas generales de seguridad. En el caso de los más pequeños podemos aplicar algunas como no dejarles solos, especialmente en el baño o la cocina. Los resbalones en la bañera pueden ser tremendamente peligrosos, así como la combinación de aparatos eléctricos y agua. En el caso de la cocina, se encuentra repleta de utensilios y productos tóxicos a su alcance. Igualmente, es importante limitar los accesos a otras zonas peligrosas (escaleras, ventanas, piscina). Existen cierres especiales para las ventanas que impiden que los niños puedan abrirlas. Las piscinas deben estar siempre valladas y, preferiblemente, cubiertas por lonas, tanto en verano como en invierno.
Conviene también evitar dejar en lugares accesibles y sin supervisión los juguetes y objetos pequeños, como monedas, pilas de botón, caramelos y similares. Asimismo, hay que tener precaución con algunas comidas, un simple hueso de aceituna puede provocar asfixia. Finalmente, proteger los enchufes y alargadores -existen tapones especiales para tal fin- y usar con cuidado las estufas, hornillos y radiadores también. Y no podemos olvidar guardar las medicinas, cosméticos, geles y productos de limpieza en lugares altos.