El diálogo y la tolerancia es la mejor forma de afianzar la democracia. Eso ha caracterizado el espíritu de la política española durante los últimos cuarenta años y el resultado ha sido mayor prosperidad, más libertad y más democracia.
Nos queda claro, y lo compartimos, que el respeto a la ley y a la Constitución es condición necesaria, pero no suficiente, para avanzar, cambiar o acordar. No hace falta que el PP y Ciudadanos nos lo recuerden con esa insistencia tan electoralmente interesada.
Por eso, además de ello, conviene encontrar una salida a cualquier conflicto. Hablando entre todos, con lealtad, con legalidad, encontrando una salida para una contradicción entre instituciones como las catalanas y las del resto de España.
Hace muy bien el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en aceptar el reto de Quim Torra de hablar, siempre y cuando el supremacismo del histriónico dirigente se lo permita. Los socialistas se caracterizan en ser un partido de gobierno y tratar de convencer, no sólo a los propios, sino también a los extraños. En el marco de la ley, de la Constitución y el respeto.
Editorial “Diálogo”
