La denuncia de Oxfam pone los pelos de punta. Que la organización no gubernamental acuse al Gobierno de Francia de abuso de menores y devoluciones de niños es motivo suficiente para abrir una investigación a nivel europeo.
El Parlamento Europeo, pues, debe tomar cartas en el asunto. Primero acusando de inmoralidad al gobierno italiano capaz de dejar a más de seiscientos seres humanos a la deriva, expuestos al hambre, al naufragio y a la muerte.
En segundo lugar pidiendo explicaciones a Francia y a sus fuerzas de seguridad en relación a la gravísima acusación de abuso de niños y devolución de menores en caliente en la frontera del país galo con Italia.
Y, en tercer lugar, debemos reflexionar qué Europa queremos. Si la blanca, impertérrita y exclusiva, o la abierta, tolerante y próspera. Las autoridades europeas tienen que atender la urgencia de niños y adultos abandonados en las playas y dedicar sus esfuerzos a defender los derechos humanos en cualquier lugar del mundo.
Editorial “Abuso de niños”
