Este domingo, Mohamad Jafar Montazeri, fiscal general de Irán, ha anunciado la disolución de la ‘Policía de la moral’.
Este cuerpo estuvo implicado en la muerte de la joven Mahsa Amini el pasado 16 de setiembre cuando se encontraba bajo custodia policial.
Su fallecimiento ha sido el detonante de la mayor oleada de protestas populares en la historia reciente de Irán. Unos disturbios que se han saldado con entre 200 y 400 muertos, según las autoridades y ONGs, respectivamente.
El fiscal tan sólo ha dicho en una reunión en Qom que “la Policía de la moral ha sido desmantelada por la misma gente que la creó”.
Asimismo, aseveró que ese cuerpo encargado de observar los valores tradicionales islámicos “no tiene nada que ver con la Judicatura iraní”. No obstante, el sistema judicial de Irán sí es el responsable de ello.
Dicho esto, Montarezi admitió que el objetivo de la Judicatura no es principalmente el cierre de dicha “Policía de seguridad social”.
Sin embargo, ante los recientes altercados y las protestas había que buscar “una solución prudente a este problema”, declaró posteriormente.
Así, conviene recordar que la también llamada Policía Irshad ha sido sancionada por la comunidad internacional por la represión contra la población durante las protestas. El principal responsable en Teherán, Ahmad Mirzaei, ha sido el que más sanciones y más duras ha recibido.
Por otro lado, el fiscal ha anunciado que se modificará la ley acerca del velo. Concretamente, el Parlamento iraní y un organismo que encabeza Ebrahim Raissi, presidente iraní, trabajan ya en ello.
No obstante, no aportó mayores detalles ni en qué sentido será la “modificación” de la ley acerca del uso obligatorio del velo.
Las autoridades policiales detuvieron a Mahsa Amini por llevar supuestamente mal puesto el tradicional velo islámico. Según las autoridades, falleció por un problema de salud estando bajo custodia policial. Pertenecía a la etnia kurdo-iraní.
A su vez, el clero iraní ha admitido errores en las operaciones de “contención” de las protestas. Sin embargo, hacen responsables de la mayoría de las manifestaciones a “alborotadores y terroristas” organizados por la oposición en el exilio y agentes extranjeros.