Ayer se celebró la ceremonia de Apertura Solemne de la XIV Legislatura. Algunos diputados de Vox se volvieron a sentar en los escaños que tradicionalmente ocupan los representantes del PSOE. Ya lo hicieron en la sesión constitutiva de las Cortes tras las elecciones del mes de abril del pasado año.
Cabe señalar que en este tipo de sesiones, los diputados no tienen ya asignados sus escaños, por lo que pueden sentarse donde quieren. En cambio, en este solemne acto de apertura de legislatura, que preside el Rey, sí tienen reservados sus asientos.
A pesar de ello, algunos diputados de la formación de ultraderecha, como fue el caso de Manuel Mariscal, usurparon algunos de los escaños asignados a los socialistas y a representantes de Unidas Podemos.
En concreto, en donde se sitúa la dirección del Grupo Parlamentario Socialista, justo en la fila que hay por encima de la banca del Gobierno. También los reservados para la cúpula de la formación morada.
Santiago Abascal, presidente de Vox, no fue uno de los okupas. No fue hasta que Iván Espinosa de los Monteros, portavoz del grupo de ultraderecha en el Congreso, que sus compañeros de filas se sentaron donde se les había asignado.
Algunos miembros de la dirección del Grupo Socialista se colocaron de pie delante de sus escaños dando la espalda a los diputados díscolos de Vox. Es el momento que refleja la imagen.
Si con este acto quieren demostrar que son más hombres que los demás, están totalmente equivocados, ante toda España han quedado como unos maleducados y sinvergüenzas. Bueno, nada nuevo, ya que, entre otras cosas, estro es lo que son.