Los profesores de Bachillerato están alerta por la EBAU. Los años anteriores, años de covid y sus consecuencias, cuando buena parte de los alumnos de enseñanza media tuvieron una abrupta suspensión de las clases (2020) o vacunaciones masivas (2021 y 2022), relajaron la prueba de acceso.
Pero ya se ha acabado la comprensión. Según señalan los profesores de Bachillerato, que estos días repasan en cada instituto exámenes de EBAU para preparar a los que quieren superar la prueba, se temen lo peor. Y es que el nivel del examen será mucho mayor que antes.
La EBAU es literalmente la Evaluación de Bachillerato de Acceso a la Universidad. Consta de un examen, que algunos denominan EvAU para referirse sólo al examen, que luego hace media con la nota de Primero y Segundo de Bachillerato.
Una prueba temida por muchos estudiantes que pasan estos días horas y horas encerrados en sus casas con los codos en la mesa. “Los que más miedo nos dan son los alumnos que han aprobado por curso” -señala una profesora de Barcelona-. “Estos no pasan apenas por el instituto, se relajan y caen. A los que les ha quedado alguna siguen su preparación y no se despistan”.
Efectivamente, el grado de salidas de adolescentes durante el fin de semana cae a la mitad estos días, según la policía municipal. Y se dispara tras la susodicha prueba. Lo cierto y verdad es que todos esperan que todo vuelva a su sitio, al grado de dificultad que provocaba serios suspensos en los más despistados.
El debate sobre la existencia de una prueba de selectividad se remonta a finales del siglo XIX. Entonces, el pedagogo español Francisco Giner de los Ríos propuso una prueba de acceso a la universidad para evitar el deterioro de la misma.
La reforma de 2010 cambió algunas consideraciones y la nueva Ley Celáa introduce cambios significativos. Lo que no ha cambiado es que un 20% de alumnos que se presentan a ella, confiados por haber salido bien o muy bien de Bachillerato, suspenden.
Hasta el covid, cuando las autoridades, con toda lógica, fueron comprensivas con aquellas generaciones que habían visto cómo se suspendían sus clases presenciales. “Acabada la pandemia, fin de la comprensión”, añade un profesor de Historia del Arte de la misma universidad catalana.