Descubierta “la ciudad más grande jamás encontrada en Egipto” bajo la arena de Luxor, anunció Zahi Hawass, ex ministro de antigüedades del país. Se trata de ‘El ascenso de Atón’.
“Muchas misiones extranjeras buscaron esta ciudad y nunca la encontraron”, ha señalado el también director de la excavación. La misión empezó buscando el templo mortuorio de Tutankamón. Se buscaba entre el templo de Ramses III en Medinet Habu y el templo de Amenhotep III en Memnon.
Sin embargo, la sorpresa fu encontrarse con formaciones de ladrillos de adobe. Al ir desenterrando, se halló una gran ciudad bien conservada. Asimismo, se advirtieron muros prácticamente completos y habitaciones repletas de objetos que se utilizaban en la vida normal.
Entre los detalles señalados de esta ciudad perdida de Luxor, “las calles están flanqueadas por casas, con piedras en sus muros de hasta tres metros de altura. La ciudad se extiende hacia el oeste, hasta la famosa Deir El-Medina”, explicó Hawass.
Este asentamiento administrativo e industrial se remonta al faraón Amenhotep III (1391-1353 a.C.). Era la mayor ciudad de estas características de la era del Imperio Egipcio en la orilla occidental de Luxor.
Por su lado, Betsy Brian, profesora de Egiptología de la Universidad John Hopkins, asegura que “es el segundo” descubrimiento “más importante desde el hallazgo de la tumba de Tutankamón”.
Con ello se podrá conocer cómo se vivía en aquella época y la razón que llevó a Akenatón y Nefertiti a trasladarse a Amarma. En esta región se construyó la nueva capital del Imperio en el siglo XVI a.C.
Entre los objetos hallados destacan anillos, escarabajos, vasijas de cerámica o ladrillos de adobe con el cartucho de Amenhotep III. Fue precisamente por ellos por los que se pudo poner fecha a la ciudad.
Según algunas referencias históricas, en la ciudad hubo tres palacios reales del faraón, además de ser el centro administrativo e industrial.
Asimismo, entre lo encontrado, una panadería y una gran cocina con hornos y cerámicas que servían para almacenar alimentos. También se han hallado distintas herramientas empleadas para labores industriales. Por ejemplo, para hilar o tejer. Además, restos metálicos y de fabricación de vidrio.
Algunas zonas están cercadas por un muro en zigzag con una sola entrada. Por eso, se piensa que la construcción tenía el objeto de poder controlar el acceso y la salida de personas.