Hubiera preferido otro titular, pese a lo cual, resulta un alivio constatar que la derecha no ha sumado lo suficiente para formar un gobierno retrógrado.
El ‘manual de resistencia’ de Pedro Sánchez ha vuelto a funcionar y el bloque involucionista del PP y Vox no obtuvo suficientes diputados. La que ha ganado, como ha dicho Yolanda Díaz ante los suyos, es la democracia.
El PP ha ganado las elecciones, en votos y en número de escaños: 136 diputados y casi 7,9 millones de votos.
Sin embargo, la derecha no suma. Salvo vuelco de última hora, la suma de los populares con Vox, que obtendría 33 escaños, no sería suficiente. Debacle de los de Santiago Abascal. Es decir, 169 votos. Aun sumando a Coalición Canaria y a UPN, lograría 171.
Por tanto, no alcanza los 176 de la mayoría absoluta. Sólo sería posible si el PNV (5) sumars, lo que sería su suicidio político con elecciones vascas a la vista: 176, justitos.
De no obtener ese apoyo de los jeltzales, Alberto Núñez Feijóo no será presidente. Lo presumible es que ni en segunda vuelta, mayoría simple, mejor dicho, más ‘síes’ que ‘noes’.
Al lado contrario, con el 100% escrutado, el PSOE podría reeditar un gobierno de coalición, en este caso, con Sumar (31).
Una coalición de partidos a la izquierda de los socialistas que apenas ha tenido tiempo de armar bien una coalición. Sin embargo, ha sido capaz de casi revalidar los resultados de Unidas Podemos.
Curioso que la suma de ambas formaciones no llega, por uno, a los que sumaban PSOE y los morados, lo que dará que pensar. Yolanda Díaz no ha podido concitar todo el voto de una izquierda movilizada a medias.
Investidura en manos de la derecha independentista
En cambio, uniendo todas las fuerzas de izquierda, también las nacionalistas de ERC (7), BNG (1) y Bildu (6), sumarían 167. Con los del PNV, lo que no supondría un suicidio político, alcanzarían los 172.
Eso sí, los republicanos catalanes y los abertzales tienen que ponerse del lado del todavía presidente del Gobierno. Su abstención no vale.
Con todo, tal vez la gobernabilidad de España, o, al menos, la investidura, esté en manos de Junts (7). Si los neoconvergentes votan en contra de Sánchez, iríamos a una repetición electoral.
Los pactos están sobre la mesa ya. Todo va a depender de ellos, como ya se suponía.
A todo esto, hay que considerar que ERC ha perdido la mitad de votos respecto a 2019, mientras que Junts se ha dejado 137.591 de los 530.225 que tenía. En Cataluña ha barrido el PSC.
Se activan las mesas de negociación porque los neoconvergentes ya han dicho en la noche electoral que con ellos no cuenten en Madrid.
España se asoma a una repetición electoral porque, aun con investidura, la clave estará en los Presupuestos. En todo caso, el panorama a primera vista es: o Sánchez es presidente o hay repetición de elecciones.
Ahora bien, Feijóo debería hacérselo mirar porque de fiesta no pueden estar en Génova, en función de las expectativas que tenían.