Correa dice que ya no hay democracia en Ecuador

Correa dice que ya no hay democracia en Ecuador

Advierte de que hay una ofensiva contra la izquierda latinoamericana.
Así se ha manifestado Rafael Correa, ex presidente ecuatoriano, al referirse a Lenín Moreno, el que fuera su delfín político, al que acusa de “engañar” al pueblo del país sudamericano para votar el referéndum contra el orden constitucional. “Lo que hay en Ecuador ya no se puede llamar democracia”. La razón de estas declaraciones hechas en una entrevista de Europa Press, es que en febrero los ecuatorianos votaron en un referéndum en respuesta a siete preguntas formuladas por el Gobierno de Moreno y que, en realidad, sometían a consulta la herencia y el futuro de Correa. Entre el 60 y el 70% de los votos apoyaban el planteamiento del ejecutivo, frente al 37% que sumó el no, un porcentaje que el ex presidente ecuatoriano calificó de “muy bueno”, “extraordinario”. Explicó que las condiciones en las que acudió al referéndum fueron una verdadera “lucha”. “Si fuera en estos momentos, lo hubiésemos ganado”, asegurando que solo habría necesitado un mes más.
Para Correa “todo fue inconstitucional” porque “había un informe negativo de la Corte Constitucional y por eso dijeron que se acabó el plazo y convocaron directamente”. “No hubo dictamen constitucional”, reclamando que “tiene que haber control constitucional” previo, porque, si no, “con ese argumento”, comentó, “Cataluña es independiente”, para luego criticar que en la campaña se enfrentó a la maquinaria oficialista, sin un partido político que le respaldara, porque el suyo, el que él fundó, Alianza PAÍS, había quedado en manos de Moreno. Llegó desde Bélgica para liderar el no, sin infraestructura, “ni un número de teléfono donde te puedan localizar”, con un presupuesto la mitad que el del , boicoteado por la prensa oficial y con “violencia por todos lados”. “Nos tiraban huevos y piedras. Había amenazas de muerte”.

Enmienda a la Constitución
Entre las medidas sobre las que se preguntaba a la ciudadanía en el refrendo, destacan las que proponen prohibir la reelección indefinida, inhabilitar a los cargos públicos condenados por corrupción y la remodelación del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social. La más polémica plantea una enmienda a la Constitución “para que todas las autoridades de elección popular puedan ser reelectas por una sola vez para el mismo cargo”, lo que “deja sin efecto la reelección indefinida”, algo por lo cual Correa asume que no podrá volver a la presidencia del país. A esta se une la que defiende “sancionar a toda persona condenada por actos de corrupción con su inhabilitación”. “Entre los diez delitos que se consideran corrupción está la ‘oferta de tráfico de influencias’”, por lo que el expresidente se pregunta: “¿Cómo se prueba eso? Basta con un testigo falso y quedo inhabilitado de por vida”.
Pero lo más preocupante la remodelación del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social porque, en definitiva, es “apoderarse de todas las funciones del Estado”, ya que tal como estaba configurado, el presidente nombra a las más altas autoridades, pero ahora podrá también supervisar y cesar a los designados. Con el fin de justificar las reformas constitucionales, Moreno y los suyos, a juicio de  Correa, “hicieron todo un show de corrupción”, lo que llevó a que el ex vicepresidente del propio Moreno, Jorge Glas, fuera encarcelado. “La manera de perseguir a los gobiernos progresistas es la lucha anticorrupción”, advierte el ex presidente ecuatoriano, “que en realidad es tratar de aniquilar a los oponentes políticos, destrozar el debido proceso y los derechos humanos”. Es por estas razones por las que Correa dice que “hay una dictadura”. “El sistema ecuatoriano ya no se puede llamar democracia”.

Para el ex mandatario de Ecuador, Moreno es un traidor
Para explicar cómo se produjo un giro radical por el que el actual presidente paso de ser el heredero político de Correa a considerarse rivales, este recurre a El Rey León: “Para entender a esta gente, hay que entender a Scar. Finge lo que tenga que fingir y en el momento preciso te meten las garras para aniquilarte”. El que fuera su vicepresidente durante la mayor parte de su mandato “en realidad jamás estuvo con nosotros”, asegura, “estuvieron diez años callados hasta que tuvieron la oportunidad”. “Eso se llama traición”, aseveró. Le anuló políticamente, le inhabilitó y le arrebató el control del partido, pero además, le impide crear uno nuevo, ya que no ha podido registrar el nombre, Movimiento Alfarista, con la excusa de que plantea dudas, porque el presidente Eloy Alfaro era liberal y la izquierda no puede usarlo como bandera. Aunque ello, Correa razona que “el liberalismo del siglo XX es el progresismo” del presente siglo. “Separó la Iglesia del Estado. ¿Qué hay más progresista?”. “La consigna es evitar nuestra participación política porque saben que tenemos mayoría. El pueblo profundo está con nosotros y saben que si las elecciones fueran mañana, les volveríamos a derrotar, saben que si yo fuera candidato les volvería a derrotar y en una sola vuelta”.
Pero a juicio del ex mandatario ecuatoriano, lo de Ecuador no es algo aislado: “El objetivo es exterminar a la izquierda que captó el poder y fue exitosa. América Latina escapó de las manos de Estados Unidos durante una década de oro”, con los gobiernos de Lula da Silva, Cristina Fernández y Néstor Kirchner o Hugo Chávez. Y augura que “no van a permitir que se repita. Lo van a impedir por todos los medios”. Esto queda demostrado por los casos de Brasil y Venezuela. Correa asegura que a Lula “no le van a dejar volver a la presidencia”, condenado por corrupción, a pesar de lo cual es el favorito para las elecciones. “Si lo que le hicieron a Lula se lo hubieran hecho a un opositor en Venezuela, ya estaría invadida, pero como se lo están haciendo gobiernos entreguistas a dirigentes progresistas, no pasa nada”, denuncia. La situación en Ecuador ha hecho que el ex presidente vuelva a la primera línea, con la idea de combatir la tendencia regional desde su nuevo partido, pero como un referente político: “Lo importante no es Correa. Lo importante es la Revolución Ciudadana”, con la confianza puesta en que “todo lo que están haciendo puede revertirse”. “La respuesta la tienen los pueblos”.

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