La recomendación es que, previa consulta al veterinario, se suministre relajantes a las mascotas y ponerles tapones en sus oídos.
“Además de dañar la capacidad auditiva del animal, la detonación de artefactos pirotécnicos produce en las mascotas una sensación de desesperación y angustia. Hay una enorme secreción de las glándulas suprarrenales y adrenalina que hace que la mascota esté tensa y asustada y muchas veces por protegerse, ataca a la persona que trata de calmarla, desconociendo su entorno”, ha manifestado Héctor Castañeda Besares, médico veterinario de la Estrategia de Zoonosis del Ministerio de Salud (Minsa), alertando de las mordeduras y ataques que pueden producirse estos días.
Las mascotas, al sentir miedo por el ruido de los explosivos, suele escapar de casa y, en algunas ocasiones, se pierden. “Los perros y los gatos perciben los sonidos cinco veces más que los seres humanos. Si nosotros podemos oír ruidos a diez metros de distancia, ellos los perciben de 35 a 40 metros”, indicó.
Castañeda Besares recomienda que para que el animal no se asuste con las explosiones de los petardos en estas festividades, se suministre un relajante a la mascota, por supuesto, prescrita por un veterinario.
“El especialista evaluará al animal para saber en qué condiciones está y si es posible suministrarlo. No se puede administrar este relajante en cachorros menores de dos meses, en perros o gatos geriátricos, o aquellos que padecen alguna dolencia orgánica, cardiaca, hepática o renal”, subrayó.