Con motivo del Día Mundial de la Tierra (22 de abril), se han hecho públicos dos importantes estudios acerca del clima y los efectos del cambio climático.
Uno de ellos, el informe sobre el Estado del Clima Mundial 2022, explica cómo la Tierra lleva viviendo desde 2015 los ocho años más cálidos desde que hay registros (1850).
En paralelo, el informe Estado del Clima en Europa apunta que el año pasado, 2022, fue el segundo más caluroso de la historia europea.
Al menos, desde que hay registros, además de advertir sobre la extrema sequía generalizada en todo el Viejo Continente.
El estudio, elaborado por el Servicio de Cambio Climático de la UE, ‘Copernicus’, recoge los eventos climáticos y meteorológicos más relevantes de 2022.
Así, una de sus conclusiones es que Europa sufrió “intensas y prolongadas” olas de calor. También, el mayor número de días con “estrés por calor muy fuerte”.
De hecho, señala, la temperatura media a lo largo del pasado año fue de 0,9°C por encima de la media del periodo 1991-2020.
Además, la temperatura media en el verano de 2022 fue, en el Viejo Continente, 1,4°C mayor que la media.
Asimismo, prevaleció un bajo nivel de precipitaciones que, unido a las altas temperaturas, provocaron una sequía generalizada.
Más incendios y más emisiones de carbono
A su vez, ese escenario propició un mayor número de incendios forestales y de mayor intensidad, con el consiguiente incremento de emisiones de carbono.
Tal es así que fueron las más altas en 15 años. Incluso, en algunos países, dichas emisiones fueron las mayores en 20 años.
Al mismo tiempo, se superaron otros dos máximos. Por un lado, la de cantidad de horas de sol. De otro, la pérdida de hielo en los glaciares de los Alpes, alcanzando su mayor nivel en el pasado año.
Pero ahí no acaba el asunto. El exhaustivo análisis del clima en Europa señala que el Ártico registró su sexto año más cálido.
Igualmente, la región de Svalbard tuvo su verano más caluroso de su historia. En algunas zonas, las temperaturas superaron en 2,5°C sus valores medios.
Asimismo, Groenlandia sufrió un derretimiento récord de la capa de hielo con las olas de calor extremo vividas en setiembre.
Sin embargo, no todo es negativo, aunque no consuele. Al existir una mayor cantidad de radiación solar superficial, la generación potencial de energía solar fotovoltaica se disparó en casi toda Europa.
Por el contrario, la generación potencial de energía eólica terrestre no alcanzó la media en la mayor parte del Viejo Continente. Sobre todo, en el centro y el sur.
La situación del clima mundial es muy semejante
Y es que Europa no es ajena a la situación del planeta. Según ‘Copernicus’ en 2022 las concentraciones mundiales anuales de dióxido de carbono (CO2) y metano (MH4) superaron los niveles más altos jamás medidos por satélite.
Así las cosas, este estudio sobre el clima europeo en el último año revela que el verano se agravó por varias olas de calor extremo, sequía e incendios forestales.
Así lo ha constatado este servicio europeo, destacando que las temperaturas en el continente se han incrementado al doble de la tasa media mundial. Además, han aumentado a más velocidad que en cualquier otra parte.
Ante ese escenario, Mauro Facchini, jefe de Observación de la Tierra de la Dirección General de la Industria de la Defensa y el Espacio de la Comisión Europea, advierte de que el calentamiento ha provocado fenómenos extremos y más frecuentes e intensos.
Y, avisa, el tiempo para páralo “se agota”. “Solo la información y los datos precisos sobre el estado actual del clima pueden ayudarnos a lograr los objetivos que nos hemos fijado”, explica.
De ahí la importancia de lo que muestra el informe sobre el estado del clima en Europa. “Una herramienta esencial para apoyar a la Unión Europea con su agenda de adaptación climática y alcanzar la neutralidad climática para 2050”, concluye.