El PP busca ser “alternativa para liderar el Gobierno”.
En un desayuno informativo organizado por Europa Press, Pablo Casado, presidente del PP, ha tachado de “chaqueterismo” a la política de fichajes de Ciudadanos y de practicar el “transfuguismo” y “las malas formas”. Al PP no le “hace falta fichar en otros caladeros ni incumplir todas las normas de cortesía”, ha señalado.
Acompañado por José Luis Martínez Almeida, candidato al Ayuntamiento de madrid, en la presentación de éste, así como de Isabel Díaz Ayuso, candidata a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Pío García Escudero, presidente del Senado, Pedro Rollán, actual jefe del Ejecutivo madrileño, y Paloma Adrados, presidente de la Asamblea de Madrid, el dirigente conservador ha criticado a Albert Rivera por continuar “peleándose” por ser el líder de la oposición, mientras que el PP lo que quiere es ser “alternativa para liderar el Gobierno” y esa es la diferencia entre los dos partidos. El PP “ha presentado 60.000 candidaturas municipales, 7.000 de ellas para alcalde, y tiene 2.400 alcaldes en España y casi 25.000 concejales”, enfatizó.
Además, Casado acusó a Ciudadanos de “plagiar” el programa electoral de su partido con propuestas como aplicar el artículo 155 en Cataluña, mientras que antes Rivera había dicho que era “matar moscas a cañonazos” y ahora lo ha querido vincular a la convocatoria de elecciones en Cataluña. “En definitiva, plagia nuestro programa, pero lo hace tarde y de forma hipócrita, porque no sabemos siquiera a día de hoy si acabará siendo la respiración asistida de gobiernos del PSOE municipales y autonómicos y quién sabe si a nivel nacional”, se ha cuestionado.
El líder popular ha utilizado la eliminación del Barcelona frente al Liverpool como “metáfora deportiva” para referirse al descalabro electoral de su partido en las elecciones generales. Así, ha dicho que en la primera parte no hay que “lamentarse” pensando qué ha ocurrido, si les han hecho “trampas” o han “jugado mal”, sino que hay que “mirar a la segunda parte”, “ilusionar” a la plantilla y cerrar “filas” porque hay “una segunda parte que jugar”. Ese segundo tiempo son las elecciones del 26 de mayo.
“Somos un partido que no está en crisis, que está fuerte, mirando hacia adelante y con humildad; lo que ha empezado a hacer es a devolver las bolas que le estaban tirando los demás y que con demasiada elegancia rehusamos contestar”, apuntó. Dijo que ya están intentando “reconectar” con las bases.
En esa línea, advirtió de que en los próximos comicios se dilucidan “dos modelos de convivencia, sociedad, ideología y de país”. Por un lado, el que defiende el pp, y por otro, el de la izquierda. De nuevo refiriéndose a la formación naranja, esta, alerta el dirigente conservador, “descarta a Madrid dentro de ese cordón sanitario selectivo y bipolar” calzado ante el PP y el PSOE según los territorios.