«Carta de Milarepa desde el Tibet» (XVII), por César García Cimadevilla.

César García Cimadevilla caricaturizado.

Antes de iniciar una nueva aventura levitante permíteme que te deje atisbar una pizca de futuro. Como ves me estoy acercando al arcón congelador que adquirirás de forma inmediata en cuanto termine el confinamiento. Es una gran idea, pensarás, lo atiborras de comida y a esperar tranquilamente el próximo confinamiento. Abro, como quien lava, otro agujero dimensional y ¡zapi! o ¡hale hop! como prefieras, que ya sé lo que prefieres, y aquí está el maravilloso arcón congelador. Ahora estás activando el móvil, en el futuro, y te llega un artículo interesante. Un estudio da a entender que los alimentos congelados pueden ser portadores del bichito. En el experimento se inyecta el virus en congelados y se observa que al cabo de tres semanas el dichoso coronavirus sigue presente, activo y letal. Ahora supongamos que un envasador contagiado contagia el alimento que envasa y ¡zás! todo tu gozo en un pozo, porque tu maravillosa idea de hacerte con un arcón congelador se ha ido al garete. Estáis sitiados. Eso es, el coronavirus os acecha hasta en la sopa, y nunca mejor dicho.

Toma buena nota y deja los alimentos en el congelador al menos veinte días, si puede ser un mes o dos, de esta forma tal vez el virus acabe muriendo por inanición. Ahora dame la manita Pepe Luis. Perdona que me pase gastando la bromita de tus admirados Tip y Coll. Salimos al jardín y nos elevamos como un cohete en el espacio. Te voy a dejar escoger el destino para compensarte de los sustos que te estoy dando. No vamos a necesitar colocarnos luces parpadeantes en los traseros, porque no hay peligro de chocar con los aviones. Ya no hay aviones volando, ni rutas aéreas ni luces parpadeantes en plena noche. Si quieres volver a elucubrar puedes hacerlo porque aquí no hay peligro de que la famosa olla estalle y salga disparada como una bomba casera y derribe un avión no avisado. No hay aviones porque casi no hay turismo. Es otro de los terrenos económicos arrasados. No es que el turismo no sea bueno, como las fábricas de armamentos que no lo son, todo el mundo tiene derecho a hacer un viajecito en su vida, a expandir su mente, a conocer nuevas culturas, a trepar hasta el Tíbet y hacer cola. Además tu país no podrá sobrevivir sin el turismo. Es una parte tan importante del PIB o como se diga que lo que antes fue un regalo de la naturaleza, ese maravilloso sol que tan poco te gusta, porque tú prefieres el frío, ahora se ha convertido en un regalo envenenado. Nada de ocio nocturno, nada de turismo, os habría ido mucho mejor creando un fuerte tejido empresarial, especialmente para las nuevas tecnologías, móviles, chips, fibra óptica, quinta dimensión, digo 5G, que dicen evitará que el mundo se paralice con otro confinamiento. Y sobre todo os habría ido mejor con más laboratorios, más empresas farmacéuticas y hasta con huertos o invernaderos caseros. Vuestros cerebritos especuladores no acertaron con el futuro al poner todos los huevos en el cesto del turismo. ¡Mala suerte!

Dime dónde quieres ir y te llevaré… ¿A los laboratorios que están trabajando en las vacunas? ¡Zope! No te andas con chiquitas, al avispero. Vale, allá que nos vamos. Pito, pito, gorgorito, dónde vas tú, tan bonito. Es que estoy eligiendo al azar porque hay unos cuantos laboratorios tras la vacuna, casi tantos como países. No entiendo de estas cosas, por eso no sé si será bueno o malo que tantos anden buscando lo mismo por distintos caminos, a lo mejor hasta es bueno, porque si fracasan unos, otros pueden tener éxito. Lo que no es bueno es que se utilice la búsqueda de vacunas para exacerbar nacionalismos y esto se convierta en una carrera olímpica por conseguir el oro. ¡Qué grandes somos si conseguimos la vacuna antes que los otros! Ya hay un dirigente que dice que se la ha inoculado a su hija. Uno no sabe si echarse a reír o a llorar. Como no sé de estas cosas, a pesar de ser un buda, no puedo hablar de si saltarse las etapas científicas o que dicen que son científicas es bueno o malo, o peor. Lo que sí es muy malo es querer poner la bandera del propio país en territorio enemigo, o sease del coronavirus, como si esto fuera llegar a la luna o ser el que más medallas obtiene en las olimpiadas. Vale, tío, ya te daremos la enhorabuena, pero ¿ y si la vacuna no funciona por no haber superado todas las etapas? ¿Y si tu hija sufre graves secuelas porque la vacuna es una mierda, y perdón por la expresión? ¿Acaso lo que pretenden es ser los primeros para obtener contratos suculentos? ¿De eso se trata en realidad¿ ¿Otra vez la economía por medio, la moneda acuñada, como dices tú? ¿Habrá vacunas gratis para todos, solo para algunos? ¿Habrá que pagarla a precio de oro? Es que los humanos sois una especie increíble, aquí lo que importa es la economía, aunque todos os estéis muriendo. Ya, ya hablaremos de la economía circular que está moviendo el pitorrín de la olla como si fuera una bailarina de la danza del vientre. Sí, también sé que quieres hablar de los animales, en general, y de su uso para los experimentos médicos y de cómo forman parte de la cadena de la vida y todo eso. Sé que amas a los animales casi tanto como yo. Pero ahora vamos a tomarnos un respiro. No quiero que los garbanzos de tu olla caigan como granizo sobre la cabeza de tus hermanos. Junta las manos en el saludo budista y repite conmigo:

QUE LA PAZ PROFUNDA OS ACOMPAÑE SIEMPRE EN EL CAMINO

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