Estados Unidos no respalda la independencia de Taiwán. Así lo ha asegurado tras su reunión con Xi Jinping, presidente de China, Antony Blinken, secretario de Estado estadounidense.
En ese sentido, afirmó que “sostenemos la política de Estados Unidos de ‘una sola China’. Esa política no ha cambiado”, ha garantizado en una rueda de prensa.
Asimismo, precisó que EEUU “no apoya la independencia de Taiwán”. “Nos oponemos a cualquier cambio en el ‘statu quo’, venga de la parte que venga”, sostuvo.
A ese respecto, ha detallado que el Gobierno “espera una resolución pacífica de las diferencias entre China y Taiwán”. A su vez, ha pedido a las partes “responsabilidad”.
Entretanto, Washington “se compromete a cumplir la Ley de Relaciones de Taiwán, que incluye la capacidad de Taipéi de defenderse”.
Al mismo tiempo, ha avisado acerca de las acciones “provocativas” de China en el estrecho de Taiwán y el mar de China Oriental.
También ha recordado que una crisis en torno a la isla provocaría una crisis económica que “afectaría a todo el mundo”.
No obstante, calificó sus encuentros con los altos cargos chinos como “francas” y “constructivas”. Destacó que las partes han reivindicado la importancia de “estabilizar sus relaciones bilaterales”.
“Tanto China como Estados Unidos tienen la obligación de gestionar su relación bilateral de forma responsable”, explicó
“Hacerlo va en el interés de los ciudadanos de ambos países y de todo el mundo”, añadió.
Igualmente, señalo que “China presenta algunos desafíos. Queremos un mundo libre, abierto, con países que respeten el Estado de Derecho”, ha precisado.
Posteriormente, afirmó que “para darle foto al futuro, hay que empezar por la diplomacia”.
Blinken y Xi abordaron asuntos como la “agresión de Rusia a Ucrania” y celebraron “el papel constructivo de China para trabajar hacia una paz sostenible”.
Por otra parte, ha advertido de la creciente tensión en torno a la península de Corea. En ese sentido, ha apuntado que “todos los miembros de la comunidad internacional esperan que Corea del Norte actúe con contención”.
Aludía a que Pyongyang “deje de lado sus ensayos balísticos y detenga su programa nuclear para comprometerse con el diálogo”.