Si las cifras no mejoran, nada nos libra de que vayamos a un nuevo confinamiento total en España en apenas dos semanas. Así de rotundo se ha manifestado Rafael Bengoa, ex director de Sistemas de Salud de la Organización Mundial de la Salud.
“Es inevitable, dentro de una o dos semanas, al ver que esto no está funcionando, ir a un confinamiento domiciliario”, ha dicho. En declaraciones a Catalunya Radio, el que fuera consejero vasco de Sanidad aseguró que “si consiguiéramos bajar los números y rastreáramos mejor, se podría convivir con el virus”.
“Pero esto no está funcionando y, por lo tanto, es necesario pasar al siguiente nivel”, señaló Bengoa. En opinión del experto, el segundo confinamiento domiciliario sería más corto. “Estamos hablando de un mes”, explicó.
Es lo que se están planteando o ya se han planteado otros países europeos. A diferencia del de primavera, en esta nueva Gran Reclusión se permitiría, por ejemplo, que los niños sigan yendo al colegio.
El que también fue asesor de Barack Obama apunta a que otra diferencia sería “no razonar como entonces”. Hay que garantizar que, “mientras estamos confinados, se van montando todos los sistemas de rastreo y de seguimiento”.
El objetivo es que, cuando desciendan las cifras, “la infraestructura de control de los brotes no se nos vaya a otra vez de las manos”.
Así, a corto plazo, “quizás vayamos a ver los hospitales abrumados con pacientes y, dando por supuesto que el comportamiento de ciudadanos irresponsable no va a cambiar, yo creo que el confinamiento nacional va a ser la mejor medida”, insistió.
La segunda oleada era previsible, asegura Bengoa
Según explicó Bengoa, la segunda oleada de la Covid-19 era previsible. Calificó la primera ola como “una tormenta perfecta” ya que resultaba impredecible. Por eso, “uno no puede dejarse pillar por la segunda oleada de la forma como nos hemos dejado pillar en Europa”.
Indicó que “en Oriente no se han dejado pillar por una segunda oleada porque tenían un buen sistema de seguimiento y rastreos montado. Por tanto, es importante imitar más a Oriente y menos a Occidente. Nos falta un poco de humildad para aprender de otros que sí están controlando las cosas”, sentenció.
En ese sentido, hizo hincapié en que “no hay que razonar en términos de salvar la Navidad. Es lo que hicimos cuando dijimos ‘hay que salvar el verano, hay que abrir el turismo y los bares’”.
A ese respecto, el experto explicó que el verano “ha sido una especie de espejismo de normalidad. Lo que debemos pensar es que, como no hemos utilizado bien el verano para fortalecer nuestros sistemas de rastreo y seguimiento, ahora es necesario tomar decisiones más severas”.
Si la Navidad es ‘normal’ iremos a peor
En opinión de Bengoa, “si tenemos una Navidad más o menos normal, obviamente va a ser un foco de contagio. Sobre todo, sabiendo que se va a celebrar en espacios cerrados con poca ventilación”, insistió. Considera que lo que hay que hacer es pensar “en atacar al virus y no en salvar las Navidades”.
Es más, las autoridades sanitarias deben asumir que “el comportamiento ciudadano irresponsable, que es de pequeños grupos, seguirá siendo así”. En consecuencia, “tenemos que tener unos sistemas de compensación de esa irresponsabilidad”, añadió.
Respecto a si no sería mejor actual ya y no esperar a dos semanas, el experto señala que habría sido mejor “actuar más fuerte antes”. Sin embargo, “ya que se han tomado estas medidas y se van a evaluar en una o dos semanas, luego ya se podrá ver si la tendencia es igual y si tenemos que razonar en términos de confinamiento a escala nacional”, concluyó.