El viernes se dieron a conocer los detalles del nuevo plan de compras de deuda del Banco Central Europeo (BCE). De él se extrae que el BCE comprará toda la deuda que le sea posible sin límites. El propio organismo se autoimponía en otros planes de adquisición de deuda soberana el límite del 33% de cada emisor.
En cambio, el Programa de Compras de Emergencia por Pandemia (PEPP) no contempla límites, por lo que se deduce que el BCE comprará cuanta deuda sea necesario y atendiendo a las necesidades de liquidez de cada país.
Parecía que el límite autoimpuesto en el anterior plan de adquisición sería un problema puesto que en algunos casos ya estaba cerca de ese tercio. Solventado ese escollo, empiezan a verse con optimismo los pasos que la máxima autoridad monetaria de la zona euro dará en lo sucesivo. Los detalles se encuentran publicados en el portal web que recoge el Derecho de la Unión Europea.
“El Consejo de Gobierno está totalmente preparado para aumentar el tamaño de las compras en el programa y a ajustar su composición todo lo que sea necesario y durante el tiempo que sea necesario”, publicaba el BCE en su web. Un paso significativo en el que despeja cualquier duda sobre el compromiso del organismo regulador cara a mantener la ayuda a los países más golpeados.
Asimismo, informa de que las adquisiciones ya han comenzado y anuncia que el BCE comprará deuda soberana hasta, como pronto, final de este 2020.
Las reacciones en el mercado llegaron de inmediato y los inversores han acudido a comprar deuda de la zona euro, especialmente de los países periféricos. Así las cosas, la rentabilidad del bono a diez años de Italia caía hasta el 1,31% al cierre de los mercados el viernes. La del bono de España retrocedía hasta el 0,52% y la del portugués, hasta el 0,62%. Mientras que la rentabilidad del bono de Grecia terminaba en el 1,56%, la francesa caía hasta situarse en tasas negativas (-0,06%). El Bono de Alemania marcó -0,48%.
En cuanto a las primas de riesgo, la española se redujo a los 98 puntos, la italiana se situó en 178 puntos, la portuguesa en 107 y la francesa en 39. Todas ellas comparadas con la prima de riesgo de Alemania.