Una mayoría de empresas españolas están detectando en el último año un incremento del riesgo de padecer el síndrome del ‘trabajador quemado’ (burnout).
Concretamente, el 65%, al que se une que un 60% ha percibido que aumenta la llamada ‘renuncia silenciosa’. Esto es limitarse a las labores del puesto, además de no tomarse el trabajo muy en serio.
De este modo se desprende del II Observatorio Adecco sobre bienestar emocional y factores psicosociales.
Asimismo, dicho estudio indica que casi un tercio de las empresas que la ‘renuncia silenciosa’ afecta más a los trabajadores jóvenes que a los de mayor edad.
Así, tanto en el caso del síndrome del ‘trabajador quemado’ como de la ‘renuncia silenciosa’, podrían ser consecuencia de no conseguir alcanzar sus expectativas. Es decir, mejores condiciones de trabajo o salario.
Es lo que cree que el 60% de las empresas encuestadas. Sin embargo, más del 50% no consideran que se deban a la crisis de salud mental postpandémica, frente al 32% que así lo cree.
Además, otro 60% de las empresas aseguran que más de la mitad de sus trabajos tienen un alto componente emocional. Se tratan de funciones en las que se debe tratar con personal fundamentalmente.
Asimismo, un 12% de las compañías admite que a más del 50% sus trabajadores les afectan trastornos psicológicos como ansiedad, estrés postraumático y depresión. Es un 2% por encima de lo percibido en el estudio llevado a cabo en 2021.
Respecto a los generadores de estrés, el 59% de las empresas considera que a éstos les ha afectado más la crisis económica y otros factores.
No, en cambio, las condiciones laborales. A su vez, dos tercios los relacionan con la carga mental debido a las tareas que hay que desarrollar.
Por otro lado, cerca del 80% de las compañías preguntadas afirma que la salud psicológica tendría que contar con mayor atención en los convenios colectivos.
Al tiempo, el 92% considera que los poderes públicos tendrían que brindar mayor soporte a empresas y trabajadores en la gestión de la salud mental.
En cuanto a la digitalización y la flexibilidad en el trabajo, el 43% de las empresas apuesta por una normativa dirigida a un equilibrio entre flexibilidad, control del tiempo de trabajo y desconexión-reconexión. De este modo, se podría obtener un teletrabajo sostenible.
Asimismo, el 62% piensa que el tecnoestrés o la tecnofatiga ya son factores de riesgo que impactan en la empresa.