ACNUR denuncia la inseguridad de los rohingya

El Gobierno birmano no ofrece ni las más mínimas garantías de seguridad.
ACNUR, Human Rights Watch (HRW) y Amnistía Internacional (AI) denuncian que el gobierno de Birmania no ofrece garantías de seguridad a los refugiados rohingya que regresen desde Bangladesh. Para Bill Frelick, director para refugiados de HRW, “que Birmania vaya a recibirles con los brazos abiertos después de dejar sus hogares hechos cenizas, me parece risible”, y afirma que se trata solamente de un “ardid publicitario”. Asimismo, Adrian Edwards, portavoz de ACNUR, asegura que su organización todavía no han podido examinar los detalles del acuerdo por el cual se permite la repatriación de los rohingya que abandonaron Birmania a Bangladesh desde el 25 de agosto, y asegura que las “condiciones actuales en Birmania no garantizan retornos seguros ni constantes” para los más de 620.000 desplazados, lamentando que “los refugiados siguen a la fuga. Muchos de ellos han sido objeto de violencia, abusos sexuales y un profundo daño psicológico. Han sido testigos de los asesinatos de sus familiares y de sus amigos. Existen todavía profundas divisiones intercomunitarias y el acceso humanitario a su hogar, el estado de Rajine, sigue siendo inexistente”.
Por su parte, Amnistía Internacional denuncia, también, que las autoridades han ignorado todas las opiniones de las organizaciones humanitarias: “Nos han dejado completamente al margen”, afirma Charmaine Mohamed, director para refugiados de AI. Precisamente, muchos rohingya dudan a la hora de decidirse a regresar: “Volveremos si dejan de acostarnos y si podemos vivir como viven los budistas u otros grupos étnicos”.