En una charla informal con periodistas, José Luis Ábalos, ex ministro de Transportes, ha confesado que conoció su cese en la misma mañana en que Pedro Sánchez anunció su remodelación del Gobierno.
Ha sido después del traspaso de la cartera de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana a su nueva titular, Raquel Sánchez. Al acto acudieron José Blanco y Salvador Illa, pero ningún miembro ni del anterior ni del actual Ejecutivo.
En ningún momento citó a Sánchez en su despedida, en la que reveló que hacía tiempo que había pedido al presidente algo “más tranquilo” para él. Llegó a sugerir que estaba dispuesto a apartarse de la primera línea política.
En todo caso, remarcó que hasta este pasado sábado Sánchez no le confirmó su decisión “final”, comenzando entonces su traslado.
Por otro lado, la intención de Ábalos es conservar “de momento” su escaño en el Congreso de los Diputados. En cambio, parece menos probable, por lo que deslizó, que continúe en la Secretaría de Organización del Partido Socialista.
Trasladó que esta misma semana revelará su decisión, aunque insistió en que quiere “una vida más tranquila”.
Al conservar su asiento en la Cámara Baja, hay posibilidades de que se le premie, por parte del Grupo Socialista, con una presidencia de comisión. Así se ha hecho con otros ex ministros.
El ya ex ministro de Transportes, uno de los Ministerios más fuertes del Gobierno, fue cabeza de lista por Valencia en las elecciones del 10-N. Tanto él como Carmen Calvo, también cesada, son los dos únicos titulares de cartera salientes que mantienen su escaño en el Congreso.
Junto con el propio Sánchez y María Jesús Montero, ministra de Hacienda, son los cuatro miembros del Ejecutivo que no renunciaron a su acta. El resto de los integrantes y secretarios de Estado socialistas sí renunciaron a ella, siguiendo las directrices del PSOE y de Moncloa.