“¿A quién votaría yo? ante las próximas elecciones generales del 23 julio de 2023” (y III), por Javier Marín Vázquez.

Javier Marín Vázquez.

Javier Marín Vázquez es Graduado en Seguridad Pública y Máster en Políticas Públicas.
El pasado jueves “¿A quién votaría yo? ante las próximas elecciones generales del 23 julio de 2023” (I), por Javier Marín Vázquez. – Diario Progresista

Y ayer viernes escribí en las páginas de este mismo diario sobre los programas electorales de los partidos que se presentan a las elecciones generales del 23 de julio. Diseccioné 8 políticas públicas: Economía; Empleo; Sanidad; Educación; Vivienda; Pensiones; Función Pública e Inmigración.

Hoy concluiré esta trilogía de artículos con las políticas de Fiscalidad; Banca Pública; Seguridad Pública; Defensa; Modelo Territorial y Modelo de Estado.

FISCALIDAD

La Política Fiscal es la herramienta fundamental del Estado para la redistribución económica y el reequilibrio territorial y la justicia social.

El troceo de las competencias fiscales a las comunidades autónomas (CCAA) ha servido para impulsar la competencia fiscal a la baja entre ellas, en una dinámica demencial, insolidaria y neoliberal.

Debe existir un Impuesto de Sucesiones y Donaciones y un Impuesto de Patrimonio, armonizados en todo el territorio nacional, con un mínimo exento razonable, por cuanto son impuestos progresivos, justos y esenciales para la igualdad de oportunidades, cuya transferencia a las autonomías ha operado su vaciamiento y su derogación de facto.

Tanto el concierto económico vasco, como el convenio navarro, son vergonzantes privilegios económicos y fiscales, opuestos al más mínimo principio de redistribución de la riqueza, solidaridad interterritorial e igualdad entre todos los españoles.

Hay que devolver el protagonismo a los impuestos directos progresivos, que gravan a las personas y empresas según su nivel de renta o riqueza, frente a los indirectos, que afectan en mayor medida a quienes tienen menos capacidad adquisitiva.

Busco un programa de izquierdas, que se comprometa a recuperar la capacidad normativa en impuestos transferidos por parte del Estado central, para impulsar una reforma fiscal justa, equitativa y realmente progresiva.

Busco un programa de izquierdas que se platee seriamente acabar con los mecanismos de elusión fiscal de las grandes fortunas y especialmente la de grandes empresas y corporaciones.

Busco el programa de un partido decente, que diga con cuantos medios económicos y recursos humanos (Inspectores fiscales) va a dotar el futuro gobierno de España al Ministerio de Hacienda, para que desde la Agencia Tributaria se pongan en serio acabar con la corrupción, que sitúa a España en el nº 34 del ranking de países con más corrupción del mundo.

BANCA PÚBLICA

Cómo todos sabemos, los sistemas económicos neoliberales, son aquellos que le permiten a sus bancos “privatizar los beneficios y socializar las pérdidas

Desde que los Presidentes Zapatero y Rajoy decidieron rescatar la banca privada, socializando unas pérdidas de 60.600 millones €, (que se convirtieron en una deuda financiera de 77 mil millones, por mor de los intereses) los gobiernos posteriores de Rajoy y Sánchez no han recuperado más que 4.140 millones € según el informe del propio Banco de España. Tampoco se atreven a decirnos si el resto -73 mil millones- debemos considerarlos a fondo perdido.

La frase del Ministro conservador Luis de Guindos: “El rescate de la banca no costará ni un euro a todos los españoles” ha quedado para los anales de los políticos “pinochetistas” (No por Pinochet –dictador-, sino por Pinocho –el mentiroso de larga nariz-)

España tiene uno de los sectores bancarios más privatizados. Un gobierno progresista debería priorizar el interés público por encima de los intereses privados de los bancos y sus accionistas. En tal sentido, una banca pública alentaría a la inversión en la economía productiva y no en actividades especulativas, tal y como a menudo hace la banca privada. Con ello, todas las inversiones y préstamos se realizarían dentro del Estado, lo que repercutiría en favor del bienestar social.

Ampliar el sector público de la banca, fomentando, las cooperativas de crédito, y recuperando soberanía económica, debiera ser una tarea inmediata para un gobierno de izquierdas.

Por eso busco y rebusco entre los programas electorales para ver que partidos se comprometen a crear una banca pública que revierta la gran dificultad actual para acceder al crédito por parte de familias y PYMES. No he encontrado ninguno que trate este tema ni por aproximación. Todavía recuerdo el enorme cabreo de un destacadísimo dirigente del PSC, cuando tuve la oportunidad de plantear esta discusión dentro de la Organización. Explotó furibundo: “¿Tú te has creído que esto es Corea”¿ espetó el pobre hombre; y ahí se quedó con su vesícula a punto de explotar.

SEGURIDAD CIUDADANA

Una de las primeras frases que creamos los profesionales de la Seguridad Pública al servicio de la democracia, en 1980 fue: “Sin Seguridad no hay Libertad

Una efectiva igualdad ante la ley, exige la prohibición de privilegios penales para políticos amigos del gobierno. Los indultos y los aforamientos van contra la ética y la ejemplificación pedagógica que la ciudadanía reclama. No se puede exigir a los ciudadanos, desde el gobierno, cumplir las leyes, cuando a quienes han sido condenados por los más altos tribunales, se les condonan las penas, a cambio de su voto al gobierno. Es una actitud antiética y amoral, que aleja cada vez más a los ciudadanos de la política.

Por otra parte, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad (CFS) están sobredimensionados, son reiterativos, duplican funciones y compiten entre ellos por la ocupación del territorio y la ampliación de sus respectivas competencias, para tener mayo poder profesional.

En España hay 246.00 agentes de los CFS, distribuidos en 7 cuerpos policiales distintos. 81.000 de ellos pertenecientes a la Guardia Civil; 73.000 a la Policía Nacional; 66.000 Policías Locales; 17.000 Mossos d’ Escuadra; 8.000 Ertzainas; 1000 Policías Forales en Navarra; 100 Polícías Autonómicos en Canarias.

Para 48 millones de habitantes, la ratio es de 3’7 policías por cada 1.000 habitantes, la más alta de la UE.

La existencia de 7 cuerpos de policía encarece el servicio y lo hace mucho más ineficaz por descoordinado en sí. La racionalización debe partir del principio de economía de escala. “A un territorio, una policía”

¿Han oído ustedes que algún partido político haya planteado nunca, en estos 43 años de democracia, racionalizar el Sistema de Seguridad Pública¿ No se esfuercen, ya les digo yo que he estado 38 años prestando servicios en esa área de la política pública que no hay ninguno. A pesar del esfuerzo ingente que algunos hemos hecho para que lo asumieran.

Si hay un solo Sistema de Justicia, un solo Sistema de Salud Pública; Un solo Sistema de Educación Pública; no hay ninguna justificación para que no haya más que un solo Sistema de Seguridad Pública.

Los que antes que profesionales del ramo, fuimos firmes defensores de las libertades y los derechos civiles durante la Dictadura, siempre nos manifestantes contrarios a los privilegios para los “afectos al régimen” (Aforamientos e indultos); y del endurecimiento de las penas para los “desafectos al régimen”; por lo tanto contrarios a la llamada “ley mordaza” por que restringe los derechos civiles y políticos de la mayoría de la ciudadanía.

Así que ando buscando denodadamente un programa de izquierdas –en los de derechas ya ni busco- que se comprometa a acabar con la Ley Mordaza, y a racionalizar los servicios policiales, creando un solo Sistema de Seguridad Pública.

DEFENSA

El Gobierno de España nos ha inmiscuido en la guerra ruso-ucraniana, sin contar con la legitimidad y el permiso de las Cortes Españolas y sin sopesar las posibles consecuencias ante una extensión del conflicto armado. El aumento del gasto militar hasta 25 mil millones € -2% del PIB– hurtando ese debate y votación a la sociedad española, constará como la mayor vergüenza en la hoja de servicios de un gobierno que se dijo progresista.

Desde la caída del Muro de Berlín y la disolución del Pacto de Varsovia, mantener la política de bloques solo sirve para tensionar la situación bélica en el mundo.

Permanecer en el club de la OTAN solo interesa a la industria armamentística de EEUU, que hace negocio con el resto de países del mundo, imponiendo sus reglas.

Busco un programa político que se atreva a decir que España debe plantearse salir de la OTAN mediante un segundo referéndum y apostar por una geopolítica basada en la multipolaridad y en la defensa a ultranza de la paz, la solidaridad y la cooperación internacional.

MODELO DE ESTADO

Si no es en unas elecciones generales, ¿cuándo?

Un partido político que se precie de ser de izquierdas, debe defender un modelo republicano, como máxima expresión de la democracia política y del principio de igualdad entre toda la ciudadanía; y el proceso pedagógico de educación social debe pasar por aprobarlo primero en sus respectivos congresos de partido y por incorporarlo después en sus programas lectorales, para acabar finalmente uniendo fuerzas en el Congreso de los Diputados para realizar la consiguiente reforma constitucional y posterior referéndum.

La República debe estar basada en la ley, como garantía frente a las arbitrariedades de los poderosos, y no puede sustentarse en la maximización de lo que es en realidad un principio monárquico: los derechos históricos. Estar en contra de los derechos históricos ornamentales o representativos, pero a favor de los que tienen una traducción material, como aquellos derechos históricos de los territorios forales, es un sinsentido. Una República democrática sólo puede estar basada en la tutela del bien común, en la igualdad y la solidaridad, en la libertad como autogobierno colectivo, en la redistribución de la riqueza y en la inexistencia de privilegios formales, territoriales o socioeconómicos.

Las andanzas y la corrupción del Rey emérito, han puesto en ridículo a España a nivel internacional. Mantener los privilegios de inimputabilidad es una afreta a la dignidad de todos los españoles. Aquellos que desde la izquierda institucional han callado, en vez de denunciar los atropellos “reales” han sido cómplices necesarios.

Busco un programa político que quiera comenzar a plantearse esa educación social y pedagógica a medio plazo, el de un modelo de República Española unitaria, social y democrática de derecho.

POR LA UNIDAD TERRITORIAL. CONTRA LOS NACIONALISMOS EXCLUYENTES

Las constantes cesiones a las élites nacionalistas por mezquinos intereses partidistas, y el descabellado traspaso de competencias a las oligarquías autonómicas, ha provocado, de facto, la desaparición de la Administración General del Estado en buena parte del territorio nacional, en detrimento, del interés general.

España es una nación política, entendida como unión de ciudadanos con iguales obligaciones y derechos, con independencia de las lenguas que hablen o de su sentimiento grupal de pertenencia. España es una unidad de justicia, y toda ella pertenece al conjunto de los ciudadanos que conforman el sujeto soberano, es decir, pertenece a todos los españoles. Nada ni nadie puede arrogarse el derecho a privatizar parte de ese territorio o a levantar fronteras o barreras geográficas entre conciudadanos.

El criterio étnico-cultural, romántico e identitario de “nación de naciones” que defienden los nacionalistas, es un concepto para aldeanos cantonalistas que aspiran a ser cabeza de ratón, por no ser cola de león. Quieren el queso para ellos solos; les impulsa un sentimiento egoísta e insolidario para con sus semejantes.

Una persona que se ubica en la izquierda política, en este mundo globalizado, tiene sentimientos de pertenencia universalistas, internacionalistas y solidarios con todos los pueblos y naciones del mundo.

Hay una gran parte de la izquierda política de este país, España, que nos sentimos huérfanos políticos. Queremos impulsar una reordenación territorial más racional e igualitaria de las competencias, para que los ciudadanos tengan los mismos derechos y servicios, en cualquier parte del territorio nacional. Para ello, la recuperación para el Estado central de competencias clave, como la Sanidad, la Educación y la Seguridad Pública, son fundamentales para eliminar el desbarajuste disgregador del sistema actual.

Como otros muchos, yo también ando buscando una opción política que en su programa contemple cada una de las 14 políticas públicas que durante estos 3 días he ido exponiendo. Un programa que defienda principios y valores de la izquierda española sin complejos, que se plantee el blindaje de competencias de las políticas estratégicas que garantizan la unidad territorial y la igualdad de servicios para todos los ciudadanos.

Un programa sincero y honrado, que se comprometa a no mercadear con los votos de las autonomías en detrimento de los intereses generales de todos los ciudadanos.

Yo no he sabido encontrar este programa ideal, si lo encuentran ustedes, por favor, avísenme

Mientras tanto, yo que he votado ininterrumpidamente desde 1978, sin dudas, siempre a la izquierda, al PTE en 1978, y al PSOE 1980-2019; esta será primera vez que utilizaré el día de reflexión, para meditar mi voto.

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