“¿A quién votaría yo? ante las próximas elecciones generales del 23 julio de 2023” (I), por Javier Marín Vázquez.

Javier Marín Vázquez.

Javier Marín Vázquez es Graduado en Seguridad Pública y Máster en Políticas Públicas.
Las marcas comerciales y los vendedores tienen cierta importancia a la hora de adquirir un producto, pero lo fundamental siempre son las prestaciones. Saber si lo que promete tal o cual producto en su prospecto, cubre nuestras necesidades.

Ante estas elecciones generales pasa lo mismo. Ya se ha acabado el mantra de los demagogos y oportunistas que decían que los programas no se los lee nadie, y que por lo tanto puedes prometer lo que quieras porque nadie te va a pedir rendimiento de cuentas 4 años después.

La campaña de estas elecciones se está caracterizando, según las encuestas,  por una gran desconfianza del electorado sobre los comerciales que nos pidieron el voto hace 4 años para hacer una cosa, y acabaron haciendo justo la contraria.  Yo soy uno de esos millones de personas que votaron Pedro Sánchez en 2019 y me he sentido tan absolutamente defraudado, que he interrumpido una cadencia de militancia y voto continuo al PSOE desde 1980.

En estas elecciones me he leído los programas de todos los partidos políticos que se presentan el 23-J, buscando coincidencias con “mi programa”, es decir, con lo que considero yo que son  las necesidades de la mayoría social española, la de la clase trabajadora. Esto es lo que ando buscando y espero encontrar:

  1. RESPECTO A LA SITUACIÓN ECONOMICA Y SOCIAL:

Cuando hay 12’3 millones de españoles que están en una situación de pobreza y de exclusión social -26% de la población-.

Cuando hay 2,7 millones de jóvenes entre 16 y 34 años que están afectados por procesos de exclusión social intensa.

Cuando la tasa de paro entre los jóvenes es del 29%, la más alta de todos los países de la UE-27,  casi superior al doble de la media de UE-27 (14,6%) (Informe Foessa)

Cuando el 50,3% de los hogares con extranjeros están en situación de exclusión social.

Cuando España es el segundo país de la UE con más pobreza infantil, el 28%, superado sólo por Rumanía (Informe CÁRITAS)

Yo ando buscando un partido que se comprometa con indicadores específicos a decir en qué porcentaje se compromete a rebajar la pobreza en España, durante la próxima legislatura; tal como hizo Lula en Brasil en 2003-2007.

De momento NO he encontrado ninguno

  1. RESPECTO A LA SITUACIÓN LABORAL

Cuando los accidentes de trabajo en 2022 han afectado a un total de 1.196.425 trabajadores en España. De ellos, 4.714 graves y 826 mortales.

Cuando año tras año, las cifras de muertos por accidentes de trabajo durante la jornada laboral, experimenta un ascenso del 15% anual durante el último quinquenio 2017-2022.  496 muertos en 2017, frente a los 826 de 2022.

Cuando la tasa de aumento de accidentes de trabajo ha crecido de forma tan alarmante, un 66’5% durante los últimos 5 años, y la tasa de aumento anual de inspectores de trabajo, durante ese mismo quinquenio ha sido del 6%, pasando de 945 inspectores en 2017, a los 1.000 de 2022.

Cuando el número de empleados en 2017 fue de 19 millones de trabajadores, y aumentó hasta los 20 millones en 2022, y el número de inspectores no lo hizo en la misma proporción, hemos de concluir que es una obviedad afirmar que la seguridad de los trabajadores en su puesto de trabajo, no es una prioridad para un gobierno que se autoproclamó de izquierdas.

Cuando en España se realizan 6.783.900 horas extras semanales durante el año 2022, según la Encuesta de Población Activa publicada por el INE, de ellas 3,88 millones de horas extra a la semana remuneradas  y 2,89 millones no pagadas,.

Cuando la tasa de paro en la Eurozona es del 6%, y en España se dobla, al 13%.

Busco un programa que aplique esta sencilla fórmula de sentido común: “Trabajar menos, para que trabajemos todos”

Porqué es contrario al sentido común tener 3 millones de personas en paro, mientras los empresarios obligan a sus trabajadores a hacer casi 7 millones de horas extras a la semana.

Porqué es contrario a la decencia laboral, obligar a los trabajadores a hacer 3 millones de horas extras semanales no retribuidas, mientras el 30% de nuestros jóvenes, no pueden trabajar y han de emigrar al extranjero, en busca de oportunidades que no se les ofrece en España.

Es urgente corregir la alta tasa de siniestralidad laboral y la  falta de seguridad en el trabajo, promoviendo nuevas medidas de control y sobre todo, dotando a la Inspección de Trabajo de recursos humanos suficientes para acabar con la sangría de 1 millón de accidentes de trabajo cada año.

Es urgente elaborar un Plan Nacional de Empleo Joven, a través de paquetes de medidas que atajen su desempleo y su exclusión social.

Busco en los programas, algún partido político que se plantee rehacer un nuevo Estatuto de los Trabadores para corregir estas graves anomalías, y de momento NO lo he encontrado.

  1. RESPECTO A LA SANIDAD PÚBLICA.

La pandemia vivida durante esta última legislatura, nos ha demostrado que el Ministerio de Sanidad estaba prácticamente vacío de funcionarios, ya que las competencias se habían ido cediendo a las respectivas comunidades autónomas, y se ha demostrado incapaz de garantizar la cohesión, solidez y equidad interterritorial del sistema nacional de salud.

En una democracia política avanzada, la salud debe ser un derecho fundamental innegociable. Todas las personas que viven en España deben estar protegidas y tener acceso a todos los servicios sanitarios de forma efectiva e igualitaria, con independencia de la región en la que vivan.

La atomización del servicio de Sanidad Pública ha beneficiado las prácticas corruptas por parte de los que comercian con nuestra salud.

Durante los 3 últimos lustros, en España se ha aplicado una drástica política de recortes y privatizaciones que han afectado a la Sanidad Pública y por ende al detrimento de atención y salud de la mayoría social.

Ando buscando en los programas electorales algún partido político que se comprometa a la creación de un Sistema Nacional de Salud Pública de gestión centralizada, de calidad y universal.

Ando buscando un programa que se plantee la recuperación de la competencia legislativa en materia de Sanidad, de modo exclusivo para el Gobierno de la Nación, poniendo fin a la demencial centrifugación competencial del Estado en esta materia, y de momento NO lo he encontrado.

  1. EDUCACIÓN Y LENGUA

La educación es un derecho universal y un pilar fundamental en toda sociedad, debiendo los poderes públicos hacerlo efectivo para todos los ciudadanos en pie de igualdad y de forma gratuita.

Los gobiernos autonómicos de carácter secesionista llevan mucho tiempo utilizando la educación en la escuela pública como arma política partidista. Han colonizado la Educación Pública para adoctrinar ideológicamente a los infantes, en ideas y valores que son incompatibles con la Constitución Española.

Se han saltado a la torera la Constitución y las sentencias judiciales que obligan a enseñar a los alumnos y a tratar al idioma español en igualdad de condiciones con cualquier otra lengua regional; mientras los distintos gobiernos del PP y del PSOE han permitido ese atropello a los derechos fundamentales del niño, a cambio del apoyo circunstancial de los grupos secesionistas al gobierno de España.

Mientras, España tiene la mayor tasa de abandono escolar prematuro de la UE, un 24,9%  y los alumnos de Cataluña están a la cola de todas las autonomías en comprensión lectora.

La inmersión lingüística, que fue una discriminación positiva para compensar los 40 años de prohibición de los idiomas catalán y vasco durante la Dictadura, se ha acabado convirtiendo en una herramienta perversa en manos de los secesionistas en los gobiernos regionales, ya que ahora practican de facto, lo mismo que hacía Franco, ahogar un idioma en beneficio de otro.

Ando buscando un programa que se comprometa a defender y  promocionar a todas las lenguas cooficiales en un plano de igualdad  idiomática, un programa que se comprometa a respetar y hacer cumplir lo estipulado en la Constitución  Española y en los respectivos estatutos de autonomía.

Ando buscando un programa que se comprometa a que en todas las calles y en los organismos oficiales y públicos de todo el Estado Español, los idiomas, catalán, vasco y gallego, tengan la misma consideración, validez y atención que el idioma  español, sin que pueda haber discriminación o prevalencia de uno sobre el otro.

Ando buscando un programa que plantee la creación de un Sistema Nacional de la Red Pública Educativa que acabe con el caos y la disgregación de los 17 sistemas educativos. Un programa que se comprometa con una gran inversión pública en educación que alcance un mínimo del 6% del PIB y nos saque del furgón de cola de la educación en Europa.

Ando buscando un programa que se atreva a denunciar el adoctrinamiento de los escolares en cualquier credo religioso; que en cumplimiento de la Constitución Española,  debe quedar fuera del sistema público de Enseñanza.

Ando buscando un programa que se comprometa con la conversión progresiva de la escuela concertada en escuela pública, a lo largo de una sola legislatura. Los centros educativos concertados han de desaparecer, dando la opción a los propietarios de dichas entidades de integrar los centros (cediendo, alquilando o vendiendo el local en justiprecio) en la Red Pública, con incorporación ordenada del profesorado y mediante las condiciones que oportunamente se establezcan; o bien pasar a funcionar como escuelas privadas.

De momento no he visto ese compromiso en ningún partido político. Seguiré buscando.

1 thoughts on ““¿A quién votaría yo? ante las próximas elecciones generales del 23 julio de 2023” (I), por Javier Marín Vázquez.”

  1. Acabo de leer su artículo de opinión y estoy de acuerdo en que es difícil de encontrar un programa con todas esas reivindicaciones que plantea. Ahora bien, tenga en cuenta que las derechas-retrógradas no buscan lo mismo que los que pensamos de una forma más Progresista y ellos sí que encuentran en los programas de esos partidos las políticas que desean y que nos harían retroceder décadas.
    No es lógico que los únicos que castiguen a sus partidos sean la gente de izquierdas, porque sabemos que ellos serán fieles a sus principios (si se les puede llamar así…)

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