Joe Biden, presidente de Estados Unidos, afirmó en rueda de prensa tras el atentado de Kabul del jueves que respondería a los ataques. “Te perseguiremos y te haremos pagar”, aseguró.
Así, un dron estadounidense atacó al supuesto ideólogo de los atentados y, según fuentes islamistas, podría haberlo alcanzado y matado. “El ataque aéreo no tripulado se produjo en la provincia afgana de Nangahar. Los primeros indicios apuntan a que hemos matado al objetivo”, ha señalado un portavoz del Comando Central de EEUU (CENTCOM).
En un comunicado anunciando la primera respuesta estadounidense al atentado de Kabul, CENTCOM añade que no hay constancia de víctima civil alguna.
El objetivo era un cabecilla de la facción afgana de Estado Islámico, denominada Estado Islámico Provincia de Jorasán (ISIS-K).
El atentado de Kabul dejó unas 170 víctimas mortales
Ya se ha confirmado que en el atentado de Kabul murieron, al menos, 170 personas, de las cuales 13 eran soldados estadounidenses.
Por su lado, Ned Price, portavoz del Departamento de Estado norteamericano, apuntó este viernes que Washington confrontaría a los grupos que supongan una “amenaza”.
Una advertencia a Estado Islámico y Al Qaeda a quienes avisa de que utilizarán “todas las herramientas apropiadas” y “estén donde estén”.
Entretanto, Estados Unidos se mantiene en alerta máxima. De hecho, la Embajada estadounidense ha emitido un nuevo aviso por “amenazas a la seguridad” en el aeropuerto de Kabul.
Por ello, ha vuelto a insistir en que se abandonen las inmediaciones del lugar “inmediatamente”. Esa misma alerta lanzó antes del atentado.
A su vez, el Pentágono ha confirmado que no hubo dos atentados, como se dijo en un principio, sino un solo ataque suicida.
Asimismo, un funcionario estadounidense declaró a Reuters, bajo condición de anonimato, que el ataque con drones se dirigió contra un militante de Estado Islámico.
Así, un dron segador partió de Oriente Medio y alcanzó a dicho militante en un vehículo junto a un asociado de Estado Islámico. Se piensa que ambos murieron.