No habrá más esperas. Pedro Sánchez, jefe del Ejecutivo, invita a Quim Torra, presidente de la Generalitat, a constituir la mesa de diálogo el lunes 24 de febrero en el Palacio de la Moncloa. De este modo, se celebraría la primera reunión entre el Gobierno y los independentistas.
Además, cumple así con el compromiso adquirido con ERC a cambio de facilitar la investidura y presiona a JxCat. La formación de Torra y Carles Puigdemont deberá decidir si acude a la mesa, renunciando a sus exigencias, o no, dejándola sin efecto.
JxCat reclama, entre otras cuestiones, que ya a la hora de constituir la mesa haya un mediador. Si no se acepta, amenaza con sabotearla.
Torra anunció el pasado 29 de enero que convocaría elecciones una vez que fueran aprobados los Presupuestos catalanes. Desde entonces iniciar las negociaciones y constituir la mesa de diálogo se han convertido en una prioridad de ERC y del Gobierno.
Sin embargo, la formación postconvergente se ha puesto como objetivo posicionarse como la garante del independentismo y del espíritu del 1 de octubre. Pretende de este modo situar a los republicanos como el aliado del PSOE que apoyó la aplicación del 155 en Cataluña.
La mesa de diálogo se ha convertido, por tanto, en la principal causa de las disputas por la hegemonía entre los independentistas de ERC y JxCat.
El Govern dice que Sánchez se comprometió a pactar la fecha para constituir la mesa
El partido de Puigdemont y Torra ha reaccionado de manera negativa. Desde el Govern señalan que Sánchez se comprometió con el presidente catalán a pactar la fecha de constitución de la mesa.
Así, el jefe del Ejecutivo habría roto el acuerdo al hacerlo unilateralmente y anunciándolo a los medios. Afirman que ni siquiera se han formado los “equipos técnicos” que deberían haber fijado la fecha para constituir la mesa.
En definitiva, en la esencia del asunto subyace que se acerca el fin de Torra en el escenario político, bien porque sea definitivamente inhabilitado y ocupe su puesto Pere Aragonès (ERC), bien porque, al convocar las elecciones, JxCat pueda perder protagonismo en el independentismo.
Al final, el Gobierno de Sánchez prefiere y espera que con quien se siente finalmente a negociar en la mesa de diálogo sean los republicanos.