Quim Torra, presidente de la Generalitat, tiene la intención de boicotear la mesa de diálogo con el único objetivo de desgastar a ERC. Hasta ahora no se ha plantado ante ella, pero su única intención sería provocar erosión en el rival directo de JxCat.
Es la tesis que sostiene el PSC y la asume como tal. No ha comenzado a hacerlo, pero parece claro que Torra no está comprometido con la mesa de diálogo. Va a tener otras muchas oportunidades, aseguran fuentes de los socialistas catalanes.
Con todo, no será fácil que su intención le salga bien porque la sociedad catalana está harta de conflictos y disputas y quiere iniciar una nueva etapa. Es un momento en que se busca calma social, según evalúan desde el Gobierno.
Esa misma tesis de falta de voluntad de diálogo por parte del president es compartida por el Ejecutivo. Quedó demostrado en un primer momento cuando Sánchez decidió retrasar el comienzo de la mesa de diálogo hasta que hubiera un nuevo Govern. Torra anunció el pasado 29 de enero que convocará elecciones cuando los presupuestos catalanes fueran aprobados.
En Moncloa eran conscientes de que con un escenario electoral, sin el actual president presentándose y con los dos grandes partidos independentistas disputándose la hegemonía, no habría grandes avances en la mesa. De ahí su intención inicial de retrasar su comienzo.
En cambio, la presión de ERC llevó a que apenas siete horas después rectificara y se mantendrá el plan previsto. Sánchez fue más allá e invitó a Torra, en su encuentro del 6 de febrero, a iniciar dicha mesa de negociación cuanto antes.
Puigdemont participa de la intención del boicot
El propio ex presidente Carles Puigdemont, cuyos dictámenes Torra sigue a pie juntillas, alentaría ese torpedeo a la mesa de diálogo, pero necesita tiempo. De ahí que el president no se haya descolgado ya, aunque va poniendo palos en las ruedas, preparando el terreno para levantarse de la negociación. Uno de ellos sería la exigencia de un mediador internacional, con lo que ERC está de acuerdo, pero que Sánchez descarta de pleno.
También, les conviene retrasar las elecciones, para ver qué sucede con el asunto de la inmunidad de Puigdemont, puesto que el Parlamento Europeo aún no se ha pronunciado.
Fuentes del PSC sostienen que el ex president quiere ir en la cabeza de las listas electorales. Incluso los hay que piensan que se desplazaría a España para hacer campaña. Pero claro, la Eurocámara debe decidir antes sobre el suplicatorio que ha cursado el juez Pablo Llarena. De momento goza de inmunidad.
Al margen de las pretensiones de Puigdemont, JxCat también necesita tiempo para desgastar a ERC. La fortaleza de los republicanos en la encuestas hace temer a los neoconvergente un descalabro. De ahí que su estrategia consista en demostrar la inutilidad de la mesa. Claro, eso sí, a los objetivos independentistas.
Esto les permitiría acusar a ERC de haberse “vendido por un plato de lentejas”, asumen en el PSC. Si la confirmación de la condena a Torra por parte del Tribunal Supremo llega pronto, podría precipitar la convocatoria electoral, indican.