Las selvas del Amazonas afectadas por los graves incendios albergan a más de un millón de indígenas que ahora están en peligro inminente. Así lo asegura, y denuncia, el Grupo Internacional de Derechos de las Minorías (MRG).
Esta organización exige medidas concretas a los líderes mundiales que se encuentran reunidos en la cumbre del G7 en Biarritz. “Dicen que es una emergencia para el planeta, y tienen razón, pero es mucho más inmediata la emergencia de Derechos Humanos para el millón de indígenas que viven de forma sostenible en estas tierras desde tiempos inmemoriales”, reclama Joshua Castellino, director ejecutivo de MRG, a través de un comunicado.
Así, alerta del “silencio ensordecedor” ante la situación en la que “sus vidas y su forma de vida están en peligro desde hace décadas debido a un gobierno que sigue desmantelando la protección de los derechos indígenas sobre la tierra a favor de la tala y la minería”.
Castellino señala que “la exclusión de los brasileños indígenas del debate sobre su y nuestro patrimonio colectivo ha diezmado su cultura en el último siglo, pero desde una perspectiva no antropocéntrica, también ha desarmado y dejado desarmados y discapacitados a los únicos guardianes de la selva en un momento en el que por fin el mundo se ha percatado de la importancia que tienen para la sostenibilidad de la vida en este planeta”.
Por ello, hace un llamamiento a los líderes del G7 para que traten esta situación y se enfrenten “a un orden mundial que pone los beneficios por delante de la gente y del planeta”. El director ejecutivo de MRG sostiene que “la acción de la sociedad civil se construye mediante una corriente de fondo con líderes inesperados como Greta Thunberg, mientras los políticos del mundo se distraen con políticas sin sentido”.
La situación en el Amazonas es muy grave. Angela Merkel, canciller alemana, y Emmanuel Macron, presidente francés, han calificado la situación de “crisis internacional” por la importancia que supone en la lucha contra el cambio climático. En un 83% se han incrementado los incendios en la selva amazónica en lo que va de año, respecto al mismo periodo de 2018. Cada minuto se quema la superficie equivalente a tres campos de fútbol.