Este miércoles, la mayoría absoluta del PP en el Senado ha tumbado la senda de déficit, con lo que el Gobierno deberá volver a aprobarla y pasar, otra vez, el trámite parlamentario.
De esta forma, sin la aprobación de los objetivos de estabilidad presupuestaria para 2024-2026, el Ejecutivo también tendrá que retrasar el visto bueno a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2024. Por tanto, no puede confirmar el Plan Presupuestario que envió a Bruselas.
Así, la senda fiscal y el Plan de Reequilibrio para 2024-226 ha contado con los votos en contra de PP, Vox y UPN (147). A favor votaron 113 senadores, mientras que no hubo abstenciones.
Durante el debate, María Jesús Montero, ministra de Hacienda, ha reprochado a los representantes del PP en el Senado su rechazo a la senda de déficit.
Además les ha advertido de que “se equivocan” si piensan que con su veto el Gobierno no podrá aprobar los PGE para 2024.
Aun reconociendo su autonomía y legitimidad, afeó a los populares el “flaco favor que hacen a la función institucional y democrática” del Senado.
Les criticó por convertir la Cámara Alta en un “contrapoder al Congreso de los Diputados o en un fortín propiedad de un grupo político”.
No obstante, la senda de déficit si contó con el respaldo de los grupos parlamentarios que respaldaron la investidura de Pedro Sánchez.
Dicho esto, los portavoces de ERC, Junts, PNV, Bildu, Compromís, BNG, CC y Agrupación Herreña trasladaron su posición a favor de los objetivos.
Pese a ello, los neoconvergentes avisaron al Gobierno que su voto para los PGE no los obtendrá “con esta forma de hacer”.
Nueva senda de déficit
Por tanto, el Ejecutivo, en un mes como mucho enviará un nuevo objetivo que tendrá que someter al mismo procedimiento de tramitación.
Así lo establece la Ley de Estabilidad Presupuestaria en el caso de que el Congreso o el Senado rechazan la senda de déficit.
Si no se aprobaran en una segunda oportunidad, el Programa de Estabilidad recogerá los objetivos de estabilidad que se enviaron en abril a Bruselas. Eso sí, son más duros para comunidades autónomas y ayuntamientos.
En ese sentido, Montero ha advertido que volverán “a llevar la senda sabiendo que van a votar que no”. Por tanto, “entrarán en vigor los objetivos del mes de abril, que serán más perjudiciales para las comunidades y ayuntamientos porque así lo ha querido el PP”, avisó.