Ambos Ejecutivos coinciden en que existe “un conflicto sobre el futuro de Cataluña”.
Del comunicado conjunto y de las declaraciones posteriores a la reunión que mantuvieron Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, y Quim Torra, su homólogo de la Generalitat, el pasado jueves, el principal extracto es su compromiso de una apuesta por un “diálogo efectivo”.
“Lo que nos une no es incompatible con nuestros anhelos e intereses personales”, afirmó Sánchez en una cena con la patronal catalana. “Juntos siempre hemos llegado más lejos. Nos corresponde a todos abrir una nueva etapa en la que la confrontación dé paso a la concordia. Frente a la gesticulación y el ruido, diálogo”, destacó.
Por su parte, Torra manifestó su agradecimiento porque “hayamos podido hablar de todo, emplazarnos en el diálogo para encontrar una solución democrática me parece una idea esencial de la reunión”. El Gobierno de la Nación ha insistido al president que la solución a la crisis catalana pasa solo por reforzar el autogobierno.
El clima de tensión que se anticipaba previamente al encuentro entre los dos mandatarios vio cómo se rebajaba gracias a dos hechos: el final de la huelga de cuatro de los cabecillas del procés en prisión y que ERC y PDeCAT decidieron y anunciaron el apoyo a la senda de déficit propuesta por el Ejecutivo. Dos gestos que se interpretaron como un mensaje especialmente simbólico.
Las conversaciones tendrán continuidad en una reunión en enero en la que estaban presentes, como en esta ocasión, Pere Aragonés y Elsa Artadi, por parte de la Generalitat, y Carmen Calvo y otro ministro designado por el Gobierno.
Fue precisamente Artadi, portavoz del Govern, quien en rueda de prensa confirmó que “existen grandes diferencias” entre los dos ejecutivos, pidiendo la desjudicialización de la situación política en Cataluña y que se avance en la “desfranquización” de la sociedad, una idea que también repitió el president en la cena con la patronal, reclamando de Sánchez un pacto de Estado para “aislar a la extrema derecha”.
Por su parte, Meritxell Batet, ministra de Política Territorial, defendió que hay que buscar “una solución política para Cataluña dentro de la Constitución y el Estatuto”, así como que “no hay otra salida para afrontar el problema político que el respeto a la legalidad”. En ese sentido, hizo hincapié en que hay que “ensanchar el diálogo entre los gobiernos” pero también “entre las fuerzas políticas catalanas”.
Al margen del contenido de la reunión entre ambos presidentes, el Consejo de Ministros que se celebró ayer en Barcelona abordó nuevos gestos por parte del Ejecutivo a fin de continuar con el clima de distensión. Entre las medidas, una inversión de 113 millones de euros en carreteras, la licitación de cuatro contratos para conservar y explotar carreteras de competencia estatal por 85,31 millones de euros, así como que se licitará el contrato de obras para acondicionar la N-II entre Tordera y Maçanet de la Selva, un contrato valorado en 27,5 millones para un tramo de 7,3 kilómetros.
El comunicado conjunto del Gobierno y de la Generalitat ha omitido a petición de Torra el termino Constitución. El comunicado dice que habrán acuerdos dentro del marco jurídico pero no nombra la Constitución para nada. Ese comunicado no ha sido del agrado de los votantes socialistas Constitucionalistas, ya que inmediatamente después del comunicado se están produciendo críticas a Pedro Sánchez por ceder ante las peticiones de los Independentistas, incluso algunos barones del partido no están de acuerdo con la política que está llevando a cabo Pedro en Cataluña, el mismo Lambán y otros que, ahora mismo ,no se pronucian esperando acontecimientos.
Estas concesiones y las que quedan por llegar, les van a dar alas a los Independentistas, que estarán frotándose las manos pensando que Pedro les va a conceder un referéndum, ! que equivocados están los Independentistas si piensan que Pedro no va a aplicar la Constitución en los acuerdos que se lleven a cabo! Lo que si se ha producido ha sido un secretismo por parte de Pedro en la conversación que mantuvo a dúo con el fantoche Torra. Los votantes socialistas no están muy contentos, no ven transparencia en la actuación de Pedro, y ese asunto puede restar muchos votos de los votantes socialistas al PSOE en las próximas elecciones si no cambia la situación. Esperemos que Pedro piense más en los intereses electorales del PSOE que en las concesiones a los Independentistas, ya que puede llegar a ser una deblaque electoral del PSOE, y los resultados de Andalucía pueden extrapolarse a nivel nacional para que esta derecha rancia y el auge del peligrosísimo Vox triunfen. Entonces si que habrá derramamiento de sangre y movilizaciones violentas en Cataluña. No hay otra situación política en Cataluña si no es dentro del marco legal y de la Constitución, es lo que piensan todos los votantes socialistas y si no es así muchos socialistas abandonarán el PSOE.