La región de Panshir declara la guerra a los talibán

La región de Panshir declara la guerra a los talibán

A tan solo 65 kilómetros de Kabul, la región de Panshir, una de las 34 provincias afganas, resiste frente al dominio talibán que el domingo tomó el poder.

Se trata de una especie de fortaleza natural, un valle rodeado por altísimas y empinadas montañas, casi inexpugnable. Allí se encuentran Amrullah Saleh, el exvicepresidente de Afganistán del Gobierno de Ashraf Ghani, y otros representantes del poder afgano depuesto.

Saleh es un redomado antitalibán que fue jefe de los servicios secretos del país centroasiático. Responsabiliza de la victoria de los islamistas a Pakistán.

Ante la huida de Ghani, ahora en Emiratos Árabes Unidos, se autoproclamó presidente de Afganistán. En un tuit señala que él continúa “dentro del país”, por lo que está “legal y legítimamente cualificado para el cargo”.

El autoproclamado jefe del Estado llama a la resistencia y pone a Panshir como ejemplo a seguir por el resto de los afganos. De hecho, dice haber contactado y mantener consultas con otros dirigentes del país para respaldar su decisión. Con todo, no los menciona expresamente.

No obstante, apunta El País, varios afganos influyentes ponen en duda las posibilidades de que Saleh pueda llegar a darle la vuelta al statu quo.

“Es cierto que Panshir es la única provincia que los talibanes no han conquistado”, admite un político. Sin embargo, matiza, “si cuando tenían un Ejército no han sido capaces de inspirarlo y pertrecharlo, no veo cómo ahora muchos menos hombres van a ser capaces de revertir la situación”.

Es más, abunda, el exvicepresidente formaba “parte de un Gobierno corrupto y discriminatorio”. Por ello, muchos soldados y funcionarios entregaron sus posiciones sin resistencia. Es decir, no confían en Saleh.

Podrán defender Panshir, pero hay dudas de que puedan tomar Kabul

Coincide en las dudas un exgeneral afgano residente en Dubái. “Sin duda, pueden defender el Panshir, pero su aislamiento les obligará a encontrar algún arreglo político”, afirma.

Es más, explica que no ve posible que pueda tomar Kabul porque, entre otros motivos, “los afganos estamos muy cansados de guerras”.

Por otro lado, Saleh cuenta con el apoyo de Ahmad Masud, hijo del legendario Ahmad Shah Masud, el ‘León del Panshir’. Éste fue el azote de los talibán durante los años noventa.

Ahora, su hijo, un joven de 32 años, formado en la academia militar de Sandhurst, en Reino Unido, afirma que cuenta con el apoyo de militares. Incluye a varios miembros de las fuerzas especiales.

Aseguró en The Washington Post que disponen de “municiones y armas” que su padre fue almacenando desde hace años. Esperaban que llegara este día.

Así las cosas, no resulta extraño que Panshir sea el único bastión antitalibán que queda en el país. Ni el anterior gobierno de los islamistas ni los soviéticos pudieron someter a esta región al noreste de Afganistán.

No sólo por su orografía, sino porque sólo se conecta con el exterior por una estrecha carretera junto al río Panchami. Además, su población, menos de 200.000 habitantes, es prácticamente en su totalidad tayika y con fuertes lazos tribales. Podría ayudar que una cuarta parte de los 38 millones de afganos también lo es.

Saleh, que fue hombre de confianza de Masud padre, confía en poder reeditar la victoria que el ‘León de Panshir’ logró en los años noventa. La cuestión es que entonces contaba con el respaldo de la Alianza del Norte, formada por varios ‘señores de la guerra’.

Con todo, no fue hasta que Estados Unidos invadió Afganistán que pudieron derrotar a los talibán. No obstante, resistieron.

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