El partido Justicia y Desarrollo (AKP) que sostiene al Gobierno turno continúa mostrando su oposición a que Finlandia y Suecia ingresen en la OTAN.
El país, aseguran, se encuentra en “un punto sin retorno” respecto a la ampliación de la Alianza. Sostienen que ambos países tienen vínculos con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), formación a la que Turquía considera organización terrorista.
En ese sentido, Numan Kurtulmus, vicepresidente del AKP, ha señalado que el Gobierno turco “no va a dar marcha atrás. Hemos llegado a un punto sin retorno y no vamos a retroceder”.
“Hemos pagado un alto precio por la lucha contra el terrorismo: las vidas de casi 40.000 personas” declaró a la filial turca de la cadena CNN.
Asimismo, denunció que “Suecia, en particular, apoya a estas organizaciones”. Al tiempo, ha pedido a la OTAN que “valore con nitidez” las “preocupaciones de Turquía”.
Pide a la Alianza Atlántica que dé “garantías de seguridad” al país acerca de la relación de Finlandia y Suecia con el PKK.
Tanto la OTAN como Estados Unidos han restado importancia a la cuestión y esperan conseguir pronto un consenso.
Helsinki y Estocolmo cumplen todos los requisitos. Pese a ello, Jens Stoltenberg, secretario general de la Alianza, confirmó contactos con las autoridades turcas para tratar sobre sus “preocupaciones”.
Entretanto, el Gobierno sueco considera como “desinformación” el supuesto un vínculo entre el país escandinavo y el PKK.
En ese sentido, Ann Linde, ministra de Exteriores sueca, ha escrito en Twitter un mensaje tratando de aclararlo.
“Quiero recordar que el gobierno de Olof Palme fue el primero tras el turco en declarar al PKK como organización terrorista en 1984”, reza el tuit.