Ernesto Gómez de la Hera es miembro del Comité Ejecutivo Nacional de AIREs.
El resultado de las elecciones presidenciales argentinas ha estremecido a todas las fuerzas políticas de izquierda. También en grado muy notable a las españolas, por razones históricas que no es preciso comentar, pero todas las valoraciones que conocemos por ahora analizan la situación desde el punto de vista argentino; por ejemplo la muy buena de Miguel Mazzeo, profesor de historia en la Universidad de Buenos Aires https://observatoriocrisis.com/2023/11/20/el-huevo-y-la-serpiente-en-argentina-la-pesadilla-esta-oficializada/ .Sin embargo, en AIREs-La Izquierda pensamos que hay, en lo ocurrido en Argentina, unas cuantas lecciones muy aplicables al devenir español.
La primera es que la juventud ha votado muy mayoritariamente por Milei. Esto ya está empezando a suceder en España, donde la juventud también propende a votar más a candidaturas de derecha. Aunque no en igual medida, seguramente por no estar aún tan desestructurada nuestra sociedad, ya que los choques sufridos en los últimos lustros en este lado del Atlántico, pese a la gravedad de algunos, no han alcanzado la intensidad de crisis como aquella que, a principios de siglo, puso en pie a toda Argentina al grito de ¡qué se vayan todos!. Crisis que además, al resultar que no se fue casi nadie, jamás se superó como prueban todos los datos socioeconómicos argentinos, mucho peores que los españoles hasta ahora. Pero no cabe desconocer que el síntoma existe aquí, como muestra ese reciente dato publicado acerca de que el 23% de la juventud española opina que la violencia de género no existe o es un invento ideológico. Este y otros datos que ayudarían más a que se nos pusieran los pelos de punta, es posible que tengan que ver con la destrucción de todo el sistema educativo español producido por la cascada de leyes tendentes a dar competencias en lugar de conocimientos. Es decir, más o menos a adiestrar a los alumnos y no a educarlos. De seguir las cosas por estos derroteros y no parece que nadie con capacidades para ello esté por la labor de cambiarlo, pronto las cosas serán aquí como allí, es cuestión de tiempo, que surja alguien semejante a Milei por nuestros lares, candidatos con maneras hay.
Otra lección es que la izquierda no se ha movilizado en favor de Massa. Este apenas ha logrado, en la segunda vuelta, sumar a los que ya tenía la mitad de los votos, que en octubre fueron a otras candidaturas declaradamente de izquierdas. En cambio Milei ha logrado sumar todos los votos de la derecha tradicional argentina, lo que aclara mucho sobre las características reales del personaje y sobre la política real que va a seguir. Por todo esto la victoria de Milei ha sido la más amplia que se ha visto en Argentina en muchos años. Se puede pensar que en España esto no fue así el 23 de julio pasado y en principio es cierto, pues aquí sí que funcionó eso del “mal menor”, que fue el factor fundamental del éxito de Sánchez. Pero nosotros creemos que ya estamos en el camino para que ese factor deje de funcionar aquí, como ha dejado de funcionar en Argentina, un camino que trazan las mismas fuerzas que en Argentina. Si allí ha sido el sometimiento constante de todos los gobiernos peronistas (los otros, Macri, lo llevan de fábrica), a las reglas y ajustes del FMI, aquí se trata de la UE y el Banco Central Europeo (los mismos que hundieron a Grecia), quienes, una vez pasado el sobresalto de la pandemia, van a volver a apretar las tuercas de modo que el nuevo Gobierno siga esa ruta. Y esta ruta conducirá, más pronto que tarde, a ese momento en que los sectores populares vuelvan la espalda a sus representantes políticos tradicionales y se pasen a la abstención o, aún peor, pasen al nihilismo total y voten opciones destructivas y contra sus propios intereses. Y es que en Argentina muchos de quienes han votado a Milei son conscientes de como eso les perjudica, pero cuando se ha perdido toda esperanza y se desea castigar a quien se considera responsable de ello (las fuerzas políticas que les han abandonado) hay una fuerte tendencia a saltar a cualquier infierno dantesco.
En AIREs-La Izquierda estamos seguros de que en Argentina hay fuerzas verdaderamente de izquierda que se opondrán a lo que se prepara, pero no basta con estar decidido a luchar. Hay que reconstruir y organizar, y esto mismo vale para España, si es que deseamos evitar que esos síntomas que advertimos y que el nuevo Gobierno no va a detener, se desarrollen y nos veamos en una tesitura semejante.