Navalni, ¿asesinado?

Navalni, ¿asesinado?

Alexei Navalni, líder opositor ruso, habría muerto este viernes en el centro penitenciario del distrito autónomo de Yamalia-Nenetsia.

Una remota prisión en el Ártico, donde reapareció a finales de diciembre después de que su abogado y familia trataran de localizarlo, sin éxito, durante casi tres semanas.

Resulta cuanto menos sospechoso que las autoridades penitenciarias afirmen que “Navalni se empezó a encontrar mal durante un paseo y, casi de forma inmediata, se desmayó”.

Según éstas, los trabajadores sanitarios del centro llevaron a cabo “todas las medidas necesarias para intentar reanimarlo”.

Poco después, los médicos confirmaron el fallecimiento, mientras, dicen las autoridades penitenciarias, se inicia una investigación.

No obstante, Kira Yarmish, la portavoz del opositor, asegura que la familia no lo ha confirmado. Asimismo, ha explicado en la red X que “el Servicio Federal de Prisiones del distrito de Yamalo-Nenets está diseminando noticias sobre la muerte de Alexei Navalni en IK-3 [la prisión]”.

Al mismo tiempo, destaca que “no tenemos ninguna confirmación por ahora”. A su vez, traslada que se está “difundiendo información basada en que el padre de Alexei Navalni supuestamente habría confirmado su muerte”.

Aclara que “no es cierto” y que “los familiares no han hecho tales comentarios”.

Mientras, aunque las autoridades rusas no se han pronunciado, fuentes del diario Izvestia apuntan a una trombosis como causa de la muerte del opositor.

La mujer de Navalni duda de su muerte

Por su lado, Yulia Navalnaya, mujer de Navalni, dice tener dudas acerca del fallecimiento. Según ha señalado, sólo la han confirmado la autoridades de Rusia y el Kremlin y Vladimir Putin, presidente ruso, “mienten constantemente”.

Cabe recordar que el activista, de 47 años de edad, figura en las listas rusas como involucrado en actividades terroristas o extremistas.

Desde su detención en 2021, cuando regresó a Moscú, llevaba encarcelado. Volvió a Rusia después de estar recuperándose de un envenenamiento que tanto él como los gobiernos occidentales atribuyen a Moscú. En concreto, al servicio de seguridad de Putin.

Ya en agosto de 2023, un tribunal moscovita lo condenó a 19 años de prisión por extremismo. La condena se sumaba a otras dos anteriores.

Asimismo, en enero de 2024, se le puso en aislamiento ya en la prisión en el Ártico. Fue cuando Navalni denunció que las autoridades rusas “aprovechaban cualquier pretexto” para aislarlo.

Dicho esto, también resultó sospechosa la muerte en extrañas circunstancias de Yevgeni Prigozhin, el que fuera jefe del Grupo Wagner.

Su fallecimiento se produjo el 23 de agosto del año pasado, supuestamente, en un accidente aéreo, poco después de levantarse contra Moscú.

Los mercenarios de Wagner fueron un elemento clave para las fuerzas rusas en los primeros meses de la invasión de Ucrania por parte de Rusia.

El caso es que cualquiera que de algún modo pueda resultar un inconveniente para Putin muere.

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