Mugabe se resiste a dimitir

Se ha reunido con el jefe del Ejército y los emisarios sudafricanos.
Robert Mugabe, presidente de Zimbabwe, continúa confinado en su residencia en Harare, pero no ha sido cesado del cargo. El ejército se ha hecho con el control del país pero no ha aclarado el papel reservado en el futuro para el presidente, asegurando, sin embargo, que “está sano y salvo” junto a su familia y que “su seguridad está garantizada”.
El nonagenario mandatario se ha reunido con Constantino Chiwenga, Jefe del Ejército, así como con los emisarios sudafricanos -Nosiviwe Mapisa-Nquakula, ministra de Defensa, y Bongani Bongo, ministro de Seguridad del Estado- y un sacerdote católico, Fidelis Mukonori, que actúa como mediador en la crisis.
Mugabe se resiste a abandonar el poder e insiste en acabar su mandato, vigente hasta el verano de 2018. Mukonori, intenta convencerle para que dimita, de forma que se produzca una transición después del golpe de Estado. El sacerdote actúa como mediador entre el presidente y los generales golpistas. Según varios informes de inteligencia, el ex vicepresidente, Emmerson Mnangagwa, estuvo desarrollando una estrategia política desde hace más de un año con las Fuerzas Armadas y la oposición para derrocar a Mugabe.
Por su parte, Morgan Tsvangirai, líder de la oposición, regresó a Harare en la noche del miércoles, lo que ha avivado las especulaciones de su participación en una transición pacífica. Tsvangirai ha pedido la dimisión de Mugabe “por el bien del pueblo” zimbabuense. Por otro lado, Tendai Biti, ex ministro de Finanzas, aseguró ayer que aceptaría trabajar en un gobierno de unidad nacional junto al líder opositor: “Si Morgan está, yo estoy”.
Zimbabwe celebraría elecciones presidenciales en 2018 y se esperaba que Mugabe, de 93 años, se presentara para su reelección, aunque últimamente había allanado el camino para que su mujer, Grace Mugabe, le sucediera, por lo que, según sospecha la oposición y el ejército, destituyó a su vicepresidente, Emmerson Mnangagwa, lo que a la postre ha sido el detonante del golpe de Estado militar de este pasado martes.

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