Pese a que no hubo acuerdo y que once comunidades autónomas se oponen, el Ministerio de Sanidad ha ordenado el uso obligatorio de mascarillas en centros de salud y hospitales desde este miércoles.
Quedan fuera en la propuesta del Departamento que dirige Mónica García los centros sociosanitarios y las farmacias.
El pasado lunes, en la reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), los gobiernos regionales y Sanidad no llegaron a un acuerdo en este sentido.
Así, el Ministerio dio un plazo de 48 horas a las autonomías para que presentaran alegaciones a su propuesta.
Al mismo tiempo, el mismo lunes se unieron al uso obligatorio de mascarillas Asturias y Canarias. Ya había adoptado esta medida el viernes Aragón, Cataluña, Comunidad Valenciana y Murcia.
De este modo, al obligar al uso de esta prenda en hospitales y centros de salud se da seguridad jurídica a las seis comunidades que dieron el paso.
Así lo explicó la propia García como argumento para la conveniencia de imponer la obligatoriedad de las mascarillas.
Se ampara en el artículo 65 de la ley de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud. Una fórmula que ya se empleó durante la pandemia para limitar horarios o prohibir fumar en la calle.
De esta forma, también se unifica la protección de los ciudadanos, con independencia de en qué región se encuentren.
Ponerse las mascarillas no es “un drama”
En ese sentido, la ministra comentó que “hablamos de ponerte una mascarilla cuando entras en un centro de salud y de quitártela cuando sales”.
“No creo que sea ningún drama. Es una medida de primer orden básica y sencilla”, apostilla.
Con esta medida se persigue, a modo de prevención, reducir el riesgo de contagio ante la escalada de infecciones por virus respiratorios.
Especialmente, gripe, Covid –en su última variante, más contagiosa aunque menos agresiva- y Virus Respiratorio Sincitial (VRS).
Además, contribuir a descongestionar el sistema sanitario ante la avalancha de casos.
No olvidemos que la evidencia científica confirma la máxima eficacia de utilizar esta prenda en situaciones como las que se registra actualmente. Tanto para proteger a los demás como a uno mismo.
Al margen de las mascarillas, y con este último fin, los gobiernos regionales deben pronunciarse acerca de la ‘autobaja’ médica.
Una medida por la que, aquellos que crean que se han contagiado, al presentar síntomas, pueden cogerse tres días de baja por enfermedad leve. Deberán hacerlo mediante una declaración responsable y, de esta forma, no tendrán que acudir a su centro de salud.
Con todo, cabe recordar que esos tres días no los cubre ni la empresa ni la Seguridad Social, salvo que se establezca en el convenio laboral.