“La olvidada España rural”, por Isabel Viña.

Isabel Viña.

España está sedienta. Castilla, mi tierra; la tierra castellana, se abre, se agrieta y se llena de cicatrices. Necesita las lágrimas del cielo, necesita mojarse, necesita que la lluvia empape el sufrimiento de esta tierra castigada por los Dioses y por los hombres.

El mundo rural está agonizando, el trabajo del campo, agricultura y ganadería, (siendo estos sectores primarios) son maltratados por las instituciones.

Las ayudas a la sequía se convierten en caridad, en vez de solidaridad territorial. Consisten en créditos más duros que blandos, sin abonar prácticamente ninguna bonificación de los intereses.

Se convierten estos en una pesadilla a la hora de solicitarlos, en un camino lleno de obstáculos.

En el 2017 a los agricultores y agricultoras que se acercaron a los bancos para solicitarlas, uno de los principales requisitos que pedían estas entidades, era que los agricultores solicitantes tuvieran liquidez. Muy señores míos, si estas personas tuvieran liquidez, no necesitarían pedir ningún crédito.

La agricultura y la ganadería es el hermano pequeño de los gobiernos. Tan solo en sus programas electorales figuran medidas de mejora y dignificación de este sector, pero se pierden en el camino y una vez llegadas al congreso se olvidan.

La Política Agraria Común es injusta y poco osada. Para Bruselas es más fácil eliminar poco a poco la PAC, en vez de tomar medidas justas para mantenerla, como por ejemplo, que las ayudas vayan directamente a los agricultores a titulo principal, y no a especuladores, a personas que se dedican a “blanquear” el dinero negro comprando tierras de cultivo, para especular, recoger millones de la PAC sin apenas labrar la tierra.

Con esto hacen que el precio de la tierra suba, siendo casi imposible ser adquirida por el agricultor profesional, el cual vive del campo siendo este su único trabajo y, por lo tanto, el sustento principal de su vida.

¿Es tan difícil eliminar de las ayudas agrarias a empresas como Iberdrola, por ejemplo, con terrenos baldíos y sin labrar, políticos conservadores mercaderes de la avaricia, o a la aristocracia como la Casa de Alba? Si es difícil por lo que veo, ya que prefieren cargarse la PAC a costa de los verdaderos y auténticos trabajadores de la tierra.

Nos asola al mundo rural la pena negra, nadie ayuda, nadie se interesa, la despoblación cada vez es más alarmante.

Si dejaran trabajar dignamente en nuestros pueblos, la gente no se marcharía de ellos, y de esta forma fijar población. Es irónico subvencionar y apoyar huertos en las grandes capitales, y abandonar los campos a su suerte.

La España rural no aguanta más tanto desprecio. SOY UNA MUJER RURAL Y QUIERO VIVIR EN MI PUEBLO.

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