El acuerdo de Gobierno suscrito entre el PSOE y Sumar contempla la reducción, en dos fases, de la jornada laboral hasta las 37, 5 horas a la semana.
Además de la reducción de la jornada laboral, han pactado una nueva regulación del despido, de forma que se ajuste a la legislación europea, reforzando las causas del mismo.
Asimismo, continuar con las subidas del Salario Mínimo Interprofesional para que en el Estatuto de los Trabajadores se refleje que debe ser acorde con el 60% del salario medio.
De este modo, la política económica del Ejecutivo progresista, si Pedro Sánchez consigue la confianza del Congreso, buscará alcanzar el pleno empleo.
Igualmente, que la tasa de paro se acerque a la media europea a lo largo de la legislatura. Al menos, a la media del resto de economías de la UE y, en todo caso, situar la tasa de empleo “por encima del 70%”.
Por tanto, la propuesta es lograr “una segunda oleada de derechos laborales” a lo largo de los próximos cuatro años. Un proceso que culminaría un Estatuto del Trabajo del siglo XXI.
Su objetivo, en consecuencia, es fijar una “red básica de derechos para todos aquellos que prestan actividades profesionales”.
Algo que va “desde los autónomos hasta los cooperativistas” además de “un desarrollo del trabajo por cuenta ajena que incorpore expresamente la transición digital”.
Respecto a la reducción de la jornada laboral, se llevará a cabo de manera progresiva. Primero, se bajará hasta las 38,5 horas semanales en 2024 y hasta los 37,5, en 2025.
Será entonces cuando se constituya una mesa con los agentes sociales para analizar los resultados de esta medida. Con todo, para continuar avanzando en la reducción de la jornada legal.
Para ello, se tendrán en cuenta “las características de los distintos sectores de actividad, la evolución de la productividad y las circunstancias económicas”.
Así, en palabras de Yolanda Díaz, la legislatura será la de “ganar tiempo para la vida”.