El supuesto espionaje a unas 60 personalidades del independentismo catalán y vasco afectará a la relación política del Govern con el Gobierno central.
Así lo ha trasladado Pere Aragonès, presidente de la Generalitat, quien ha avisado de que el Ejecutivo debe aclarar o investigar el espionaje. Hasta entonces, la relación entre ambos gobiernos queda “afectada”.
En una comparecencia en el Palau de la Generalitat, Aragonès aseguró que “no se puede recuperar la normalidad de las relaciones políticas”.
Reaccionaba de este modo después de una reunión extraordinaria del Govern para coordinar la respuesta al supuesto espionaje con el software Pegasus.
Asimismo, Jordi Puigneró, vicepresidente de la Generalitat, se ha referido a este asunto, sosteniendo que España ya no es una democracia plena.
En sus palabras, señaló que va camino de ser una democracia que no cumple los estándares mínimos europeos. “Por esto, este Govern ha acordado que no normalizará las relaciones con un Estado represor”, apuntó.
Pide investigar el espionaje
Así, Aragonès ha instado al Gobierno a comenzar “con la máxima celeridad una investigación interna con supervisión independiente para aclarar” responsabilidades.
Además, insistió en que hasta que esto suceda, la relación política con el Ejecutivo central quedará afectada en temas como la mesa de diálogo. También afectaría, aunque no lo aclaró, a la Comisión Bilateral.
Apuntó que “este caso de espionaje y la forma cómo lo afronte el Gobierno del Estado puede tener importantes consecuencias políticas de forma inmediata”.
Al tiempo, exigió transparencia porque la cuestión ha cambiado la confianza en el Gobierno de Sánchez. De hecho, afirmó que “la confianza es mínima” y que es responsabilidad del Ejecutivo hacer lo necesario para restablecerla.
“Las actuaciones de espionaje hechas públicas afectan y dañan la confianza mínima necesaria en las relaciones políticas con el Estado”, explicó.
No es la primera vez que se desvela que políticos, incluso ministros, sufren intrusiones en sus comunicaciones gracias al software Pegasus.
La compañía israelí NSO es el fabricante de este programa espía que, inicialmente, sólo se vende a Gobiernos para la lucha antiterrorista.
Sin embargo, se han dado numerosos casos de espionaje con este software, como a Arancha González Laya, Juan Carlos Campo o Roger Torrent.