De celebrarse las elecciones catalanas hoy, ERC arrasaría y podría elegir socio para gobernar Cataluña con holgura. Es el resultado de la encuesta que ha realizado GAD3 para La Vanguardia entre el 1 y el 4 de setiembre. De ella se desprende que el independentismo catalán se afianzaría, superando por primera vez la barrera del 50% a favor de la secesión. Aunque esto tiene matices.
Así, ERC arrasaría con 42 escaños, lo que supone hacerse con diez más que ahora y lograr más de siete puntos y 11 diputados sobre JxCat. La formación de Quim Torra caería tan solo en tres asientos, hasta los 31, frente a los 34 actuales.
Con los cuatro que conservaría la CUP, el independentismo obtendría 77 diputados, siete más que los 70resultantes de las elecciones de 2017. La mayoría absoluta se sitúa en 68.
Este escenario tan favorable para los republicanos catalanes le permitiría elegir socio de gobierno, pudiendo aliarse con el PSC, que avanza con firmeza. Los socialistas que lidera Miquel Iceta son los que comparativamente mayor rédito logran, al sumar nueve parlamentarios a los 16 que tiene ahora.
Así, los 25 del PSC más la no adscrita (Elisenda Alamany, ex de En Comú-Podem) permitirían a ERC formar un Govern sin necesidad de contar con su inmediato rival –JxCat— ni con los radicales de la CUP. Además, ante un escenario como ese, los comuns, que sufren una ligera caída, bien podrían convertirse en un buen colchón para sacar adelante medidas progresistas.
Quien se da un batacazo es Ciudadanos, que apenas podría mantener 13 de los 36 diputados cosechados en 2017. En cambio, el PP no aprovecha ese desplome de la formación naranja puesto que solo recoge cuatro escaños más. Quien sí lo hace es Vox, que entraría en el Parlament con otros cuatro representantes.
Detrás del aumento de la representación parlamentaria del independentismo, –estos son los matices– la caída de la participación de los contrarios a la secesión. Esto explica que el reparto, según el actual sistema electoral, sea tan favorable a los soberanistas.