Iberdrola puso en marcha en abril las campañas de seguimiento y salvamento de nidos del aguilucho cenizo (Circus Pygargus).
Ese es el mes en el que se inicia el cortejo. Así, su seguimiento permite no sólo localizar las parejas, sino también las zonas de nidificación.
En Extremadura, la colaboración con GEA (Grupo Extremeño de Aguiluchos) para la ejecución de estos trabajos ya ha permitido que se salven cada campaña entre 50 y 100 nidos en los últimos tres años en que lleva en vigor el acuerdo ligado a la fotovoltaica Núñez de Balboa.
Además, este año se han iniciado los trabajos en Castilla-La Mancha en cuatro términos municipales de la provincia de Cuenca.
Concretamente, en el entorno de los proyectos fotovoltaicos FV Romeral y Olmedilla. En esta zona, la encargada de la actuación es la asociación sin ánimo de lucro SEMBRIA, afincada en Cuenca.
Una organización especializada en la dinamización del medio rural y en preservar y poner en valor la biodiversidad local.
De este modo, el objetivo principal de estos trabajos es contribuir a la mejora del conocimiento sobre esta especie en las zonas de actuación.
Asimismo, conseguir la reducción de la mortalidad no natural que supone la recolección mecanizada del cereal. También, evitar la depredación para esta especie que anida sobre el suelo en zonas de cereal alto.
El aguilucho cenizo aparece clasificado como VU –Vulnerable– debido a su declive en los últimos años.
Así, los estudios incluyen el seguimiento de la población nidificante para la localización y protección de los nidos que las parejas de la especie establezcan en la zona. De este modo, se delimita un perímetro de seguridad que se mantendrá sin cosechar.
Según los análisis, unas de las principales amenazas sobre el aguilucho cenizo se relacionan, sobre todo, con la intensificación de las prácticas agrícolas.
Esto es porque la especie depende de la recogida adecuada del cereal. El incremento de la mecanización de los procesos y la introducción de variedades precoces que adelantan la recogida e impiden que los pollos completen su desarrollo y abandonen el nido antes de la cosecha, hacen que se pierdan muchas de las nidadas.
A su vez, para contribuir con la conservación a largo plazo de la especie, se incluye la ejecución de una jornada participativa. Se dirige al sector agrario para la sensibilización del sector con la conservación.