Pese a las dudas de si la ayuda humanitaria podrá entrar en la Franja de Gaza, unas 3.000 toneladas esperan a las puertas del paso de Rafá (Egipto).
Se trata del único punto fronterizo no controlado por Israel y un enclave crucial para la llegada de ayuda humanitaria para la población civil gazatí.
Así, el pasado miércoles, las autoridades israelíes accedieron a permitir la entrada de alimentos, agua y medicinas en Gaza. En todo caso, se permitiría sólo la entrada de 20 camiones, lo que la ONU ha calificado como “insignificante”. “20 camiones es una cantidad ridícula”, añade.
No obstante, condicionaron la llegada de la ayuda a que ésta no terminara en manos de Hamás y que la organización terrorista liberara a los rehenes que mantiene cautivos.
Además, dejaron claro que no abrirían ningún paso controlado por sus fuerzas y que toda ayuda humanitaria debía entrar por el paso de Rafá.
Por otro lado, el bloqueo ha provocado importantes protestas en las cercanías del paso, según la Media Luna Roja egipcia.
De este modo, decenas de personas, mayormente ciudadanos residentes en el Sinaí y conductores de los camiones que esperan, se movilizaron. Pretendían, así, presionar a las autoridades.
Sigue llegando ayuda humanitaria
Asimismo, António Guterres, secretario general de la ONU, ha exigido una “inmediata” pausa humanitaria. Lo hizo antes de viajar a Egipto para abordar personalmente la situación actual con Abdelfatá al Sisi, presidente egipcio.
A su vez, siguen llegando al país las ayudas fletadas por diferentes países y esperan a que el paso a Gaza pueda abrirse.
Pese a los impedimentos mostrados por Israel, el Gobierno de Benjamin Netanyahu asegura que “no obstaculizará los suministros procedentes de Egipto mientras se trate únicamente de alimentos, agua y medicinas para la población civil situada en el sur de la Franja de Gaza”. Sin embargo, la situación continúa bloqueada.
Entretanto, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) ha denunciado bombardeos sobre dos de sus escuelas en Gaza. En concreto, en los campos de refugiados de Al Maghazi y Bureij.
Una “violación severa” del derecho Humanitario, ha señalado Tamara Alrifai, portavoz de UNRWA, en unas declaraciones a la cadena de televisión Al Yazira.