Palabras…

Por Mari Ángeles Solís del Río · @mangelessolis1.
Y quizás no sólo se trate de palabras. Sino de sentirlas, como una ventana abierta al sol.
Infinidad de veces me lo han preguntado. Incluso yo, en algún momento de recogimiento, me he interrogado sobre esta manía o esta forma de vivir: de cara al cielo y de espaldas a la oscuridad.
Tal vez, nacemos o nos hacemos, pero el alma que grita la injusticia merece ser escuchada. Diversas inclinaciones nos llevan a decir las cosas de un modo u otro para llegar a nuestra pequeña multitud. Yo elegí la izquierda. Diversos modos son los que se agolparon en nuestra forma de ser, y de ahí que la libertad no hizo apoderarnos del que, en un momento dado, creímos el más adecuado. Por ello, que acaso son las gentes que nos rodean, las circunstancias del camino o, quién sabe, si fue el destino, lo que un día nos hizo dar un paso al frente y adquirir el compromiso…
No sé si se podrá tener dos amores a la vez, siempre he sido de un solo sentir. Pero sí se pueden tener dos pasiones a la vez. Dos pasiones que se complementan y enriquecen mutuamente, dos pasiones que se alimentan una de la otra, con sentimientos, adversidades y, hasta incluso, lujurias.
Es desnudarnos ante un espejo, que se llama mundo o sociedad, y dejar escapar sentimientos y programas. Así fue como uní yo en mi vida política y literatura. Como un lecho escondido donde se aman dos cuerpos mientras se prometen la eternidad.
Quisiera pensar que nunca acabará este romance, incluso sabiendo que gran parte depende de mí misma. Y lo creo eterno, cuando, al mirar atrás, han sido tantas las voces de poetas, sobre todo, de izquierdas, que han sobrevivido al tiempo. Voces que gritaban libertad, voces acariciadas por palabras, que explotaron en lo más profundo de las conciencias. Lorca, Machado, Miguel Hernández, Rafael Alberti, Luis Cernuda… voces y palabras que sobrevivieron en una sociedad llena de prejuicios, de hostilidad e incomprensión.
Y esas voces aún resuenan… es más, aún echamos mano de ellas, para hacernos escuchar, para expresar nuestras ideas de libertad…
De espaldas a la realidad o sumergidos en ella, la literatura es necesaria, la poesía es necesaria, la política de izquierdas es necesaria para esta sociedad, ávida de justicia, de honestidad y lealtad.
Mientras haya algo por lo que luchar, esos cuerpos se unirán en la eternidad. Unas veces se amarán, otras dormirán abrazados y otras, simplemente, soñarán por un ideal.
Que nunca acabe esta unión que nació de la humildad, de las ganas de luchar, de buscar la belleza al entrelazar las palabras…