Los gobiernos de ultraderecha de Austria y Hungría instan a un frente común europeo para la expulsión de inmigrantes

Los dirigentes de cinco países se reúnen en Budapest.
Sebastian Kurz, canciller de Austria, se reunió con los miembros del cuarteto de Visegrado, Hungría, República Checa, Eslovaquia y Polonia, que forman la línea dura en la política de inmigración en Europa. Todos ellos se oponen a las cuotas ya las medidas de reubicación de refugiados de Bruselas.
Queda patente la crispación con el asunto migratorio. Viktor Orban, primer ministro húngaro, ejerció como anfitrión. Entre las conclusiones el rechazo a la mini cumbre propuesta por Jean Claude Juncker. “Los problemas de Política Interior en algunos países no pueden llevar a una prisa paneuropea”, manifestó.
En cualquier caso, ninguno del cuarteto iba a acudir a ella, si bien es cierto que no habían sido invitados, salvo Austria, que el 1 de julio asumirá la presidencia de turno de la Unión Europea. Los cinco gobiernos coinciden en que Europa tiene que ser capaz de proteger sus fronteras y garantizar la seguridad de sus ciudadanos. Sí parecen estar de acuerdo en crear centros de recepción de migrantes fuera del territorio de la UE.