Lo ha advertido Médicos Sin Fronteras.
Según pública Europa Press, la ONG Médicos Sin fronteras, MSC, ha denunciado que cerca de mil migrantes y refugiados recluidos en un centro de detención en Zuwara, Libia, al oeste de Trípoli, se encuentran en “condiciones inhumanas” después de, en algunos casos, cinco meses sin apenas comida y agua, tal como pública la organización en Twitter. Karline Kleijer, responsable de emergencias de MSF, advierte de que “la situación es crítica”, al referirse a unas instalaciones que acogen a cuatro veces más personas que la capacidad del centro y entre las cuales hay menores. Reclama de las organizaciones internacionales, los países de origen de los migrantes y a las autoridades libias que encuentren una solución “en los próximos días”.
Con el fin de identificar los casos más vulnerables y sacarlos del país, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, ACNUR, evacuó de esa localidad a 88 personas, trasladando las a un centro de detención en trípoli. Las autoridades libias han reubicado a varias personas en otros centros de detención y la Organización Internacional para las Migraciones, OIM, comenzó a gestionar el “retorno humanitario voluntario” para varios refugiados. Cientos de personas siguen hacinadas y la situación empeora pese a los esfuerzos llevados a cabo por MSF que, desde que comenzó su intervención el pasado 18 de abril, ha visto llegar a 500 nuevos detenidos a estas instalaciones, donde apenas hay espacio para tumbarse. Por ello, la organización humanitaria exige de nuevo poner fin a la “detención arbitraria” de extranjeros en Libia, habida cuenta de que estos migrantes traen historias de violencia y explotación en el país norteafricano, y ha advertido de que muchos de los detenidos sufren cuadros de desnutrición antes de entrar en el centro.