Los Republicanos estadounidenses están a punto de recuperar el control de la Cámara de Representantes de Estados Unidos tras las elecciones de mitad de mandato.
La Cámara de Representantes se renueva por completo, por lo que los ciudadanos estadounidenses votaron para elegir 435 escaños.
Para lograr la mayoría, se necesitan 218. Al cierre de estas líneas, con los datos actualizados a fecha 13 de noviembre, los Republicanos se habrían asegurado 211 puestos, por 203 de los Demócratas.
No obstante, los resultados definitivos podrían tardar días en quedar cerrados por el voto por correo, lo recuentos y los posibles recursos judiciales.
Dicho esto, quedan por asignar 44 escaños, por lo que todo podría inclinarse a cualquier lado.
Lo habitual es que el partido del presidente pierda puestos en la Cámara de Representantes, una media de 26. Sin embargo, en los últimos casos, con Barack Obama y Donald Trump las pérdidas fueron mucho mayores.
Por tanto, según estos datos las encuestas se habrían dado un sonoro batacazo, puesto que vaticinaron una gran victoria republicana.
De hecho, se esperaba una “ola” de votantes republicanos, algo que tampoco sucedió. El aumento de la criminalidad y la inflación estarían detrás de ese ‘estallido’ hacia la formación conservadora.
No en vano, la sociedad estadounidense se ha volcado en varios refrendos acerca del aborto, mostrando su rechazo a su prohibición.
Así, los votantes de California, Kentucky, Michigan y Vermont votaron a favor de medidas por el derecho a abortar.
Por otra parte, lo que sí parece claro ya es que los Demócratas mantendrán el control en el Senado, aunque todo sigue abierto.
En cambio, la victoria de John Fetterman en Pensilvania podría ser la clave para que los de Joe Biden conserven la Cámara Alta.
Los Demócratas tienen asegurados 46 senadores en una cámara que renovaba un tercio de sus componentes. Mientras, los Republicanos cuentan con 48. En total, son 100 escaños, pero estos últimos necesitan 51 para la mayoría.
No es así, sin embargo, para los Demócratas, que necesitan 50 puesto que contarían con el voto de Kamala Harris, vicepresidente estadounidense y presidente del Senado.