La estrategia de Podemos es retratar al PSOE y denunciar un giro al centro ficticio, a veces obligado por Bruselas, otras por sus convicciones socialdemócratas. Las más, por la necesaria evolución de las reformas. Lo cierto y verdad es que se trata más de propaganda electoral de tahúres baratos que de realidad política de hombres y mujeres de Estado.
Sabe Pablo Iglesias que si el PSOE se niega a subir el salario mínimo interprofesional erosionará a su electorado que será suficientemente crítico con un Sánchez presuntamente derechizado.
Pero también sabe que por cada punto de subida del salario mínimo se generarán 50.000 parados. En especial, en sectores especializados en pequeñas empresas intensivas en trabajo.
Como sabe que Bruselas pondrá serias objeciones a dicha medida que prudentemente pudiera aplazarse, debería saber que lo importante es generar empleo y no sólo que los que ya están empleados ganen más.
Sabe Podemos, en su estrategia, que si el PSOE no limita el precio de los alquileres podrá contarle a su electorado, como ya ha hecho, que los socialistas están con los grandes fondos buitre a quienes tratan de compensar.
Lo que no cuentan es que esa medida ha fracasado en todos los países. Una limitación en los precios dispara la demanda y reduce la oferta. Es decir, genera escasez y disminuye el número de viviendas en el mercado perjudicando de esta manera a los menos favorecidos. Y no cuenta tampoco que lo que hay que hacer es vivienda pública.
En la estrategia de Podemos también entra el colectivo LGTBi
Sabe Irene Montero que si el PSOE enmienda su ley trans, perderá el apoyo de una buena parte del movimiento LGTBi. Como sabe que el sexo no se decide por una simple declaración de identidad oportuna, sino que se tiene o no se tiene en la cabeza y en el corazón.
Sabe Rafael Mayoral, que cada día pinta menos en Podemos y algunos dan por muerto, que siendo radicales contra los desahucios y a favor de la okupación, posiciona al PSOE a favor de los arrendadores.
Como también sabe que muchos de esos arrendadores son pequeños ahorradores cuyas rentas de alquiler son solo un complemento a una pensión escasa.
Sabe Pablo Echenique que si el PSOE sostiene al actual Jefe del Estado quedará retratado como un partido monárquico y decepcionará a una buena parte de su electorado.
Pero también sabe que el PSOE es republicano y que fue el que votó a favor de la República en la Comisión Constitucional (el partido comunista votó a favor de la Monarquía).
Porque sabe Echenique que la Monarquía constitucional es un acuerdo entre republicanos (PSOE y monárquicos (la derecha en todas sus formas). Como sabe Echenique que hasta hace pocos meses él era un furibundo monárquico, liberal, defensor de la Guerra de Irak, militante de Ciudadanos. Ahora da lecciones de republicanismo con el fin de laminar a media España.
Así que mientras el PSOE no quiere laminar a media España, sino reformarla, la estrategia de Podemos se monta solo contra el PSOE. Y la del PSOE, que es un partido de gobierno, gobernar.