“¿Qué es ser patriota?”, por Javier Payo Béjar.

Javier Payo Béjar.

Amar a un país no es divulgar tu sentimiento a costa de minimizar los derechos que tienen otros ciudadanos. Esa ha sido mi consigna desde que desarrollo una participación social y política.

Yo amo a mi tierra, Castilla-La Mancha, pero no concibo a mi región sin una España fuerte, unida y solidaria donde todos los ciudadanos tenemos igualdad de oportunidades.

La situación que nos estamos encontrando no es más que el resultado de no saber gobernar, anteponiendo los intereses particulares y partidistas a la transparencia, igualdad de derechos y oportunidades como se recoge en la constitución, que unos hombres que no tenían nada que ver en su sesgo político, se conjugaron para obtener una norma marco para conciliar los derechos y libertades para todos por igual.

Se lleva creando intencionadamente conflictos territoriales absurdos donde se puede catalogar ciudadanos de primera, de segunda y por desgracia, tercera categoría, según el territorio donde viva, contradiciendo la premisa que en la Carta Magna se dejó plasmada en 1978.

En el Artículo 1. Se dejó escrito que España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político. La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado. Mientras que en el Artículo 2. Se dejó plasmado que la Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas.

La crispación que se está generando intencionadamente viene dada por los que se llaman patriotas. Si, me atrevo a decir esto porque se autodenominan constitucionalistas, que permítanme dudar que hayan empleado los 169 artículos de los que se compone nuestra constitución, para defender a toda la ciudadanía por igual.

Nos hemos encontrado como se han vivido situaciones conflictivas para los ciudadanos por no saber, o haber dado la espalda a los problemas reales que existen en nuestro día a día en lugar de aplicar las normas emanadas de la Constitución para solventar estas.

Cierto es que debemos actualizar nuestro marco jurídico ya que la realidad y necesidades que se tenían en 1978 no tiene nada que ver a la que hoy se vive en nuestro país, donde por ejemplo se aprobó el matrimonio igualitario y que en el artículo 32 de nuestra constitución aún reza “el hombre y la mujer tienen derecho a contraer matrimonio con plena igualdad jurídica” y como este otros más que se deberían actualizar por imperiosa necesidad de la convivencia para que así evitar los absurdos enfrentamientos territoriales y sociales que se puedan crear en un futuro, no tan lejano.

Antiguamente se hablaba de nuestro país como “Las Españas” lo que me lleva a preguntar. ¿Estamos en una fase de involución? Espero y deseo que no sea así, por ello finalizo este artículo de opinión diciendo que yo soy socialista, castellano-manchego y que defenderé donde como hice y haré, VIVA ESPAÑA.

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