Se reducen las ejecuciones con pena de muerte en el mundo

Se reducen las ejecuciones con pena de muerte en el mundo

Aumentaron en Estados Unidos, Japón, Singapur, Sudán del Sur y Bielorrusia.
Amnistía Internacional ha elaborado un informe en el que se reseña que las ejecuciones con pena de muerte en el mundo se redujeron en un 31% en 2018. Se trata del nivel mínimo en la última década.

Con todo, China sigue encabezando la lista de países donde se produce mayor número de ejecuciones capitales. Asimismo, aumentó en países como Estados Unidos, Japón, Singapur, Bielorrusia y Sudán del Sur. En cambio, en países como Irán disminuyó en un 50% debido a la reforma en sus leyes antinarcóticos. También Irak, Pakistán y Somalia encabezan los países donde se ha producido una mayor reducción en el número de ejecutados. En total, en 2018 se llevaron a cabo 690 ejecuciones, frente a las 993 de 2017.

En la presentación del informe a la prensa, Tawanda Mutasah, director de Legislación y Políticas de Amnistía Internacional dijo: “Desde nuestro punto de vista, la persistencia de la pena de muerte en unos pocos Estados es vergonzosa y contribuye a la discriminación. Además, hemos visto que en ocasiones el castigo capital se aplica contraviniendo las leyes internacionales. Amnistía Internacional se opone a la pena de muerte en todas sus formas y bajo cualquier circunstancia”. Subrayó que la pena de muerte tiene dimensiones socioeconómicas, de clase y racial y que, en general, es un castigo que se impone a la gente sin voz y sin recursos.

Así, hizo mención a que son los campesinos pobres, económicamente vulnerables, los extranjeros y las minorías étnicas o religiosas las que sufren la pena capital de manera desproporcionada. De ahí, hizo hincapié, que sea “importante considerar todas estas dimensiones al hablar de la pena de muerte. No se trata sólo de justicia penal, se trata de discriminación, de vulnerabilidad, de quiénes somos. La pena de muerte no es únicamente el máximo, más cruel y denigrante castigo, sino que, además, se aplica con criterios discriminatorios y, en muchos casos, sin que los sentenciados tengan acceso a juicios justos, representación adecuada y otros estándares de protección según las leyes internacionales”.

En el acto de presentación estuvo presente Juan Sandoval Mendiolea, embajador alterno de México ante Naciones Unidas y manifestó estar de acuerdo en que las sentencias de muerte habitualmente no tienen mucha base con el crimen cometido si no con la identidad y la trayectoria del condenado.

Según el informe de Amnistía Internacional, China fue, de nuevo, el país que mayor cantidad de ejecuciones llevó a cabo en 2018. Detrás, Irán, Arabia Saudí, Vietnam e Irak, a los que sigue Tailandia, que ha vuelto a hacer cumplir las penas de muerte después de casi diez años de moratoria, y Sri Lanka, que seguirá los pasos de Filipinas al aplicar la pena capital en la lucha contra el narcotráfico y la drogadicción.

A pesar de que unos pocos Estados van en contra la tendencia a la moratoria y a la abolición de la pena de muerte, Tawanda manifestó su convicción en que el mundo terminará por reconocer que la pena capital es el castigo más cruel y que no tiene cabida en un mundo civilizado como el de hoy día. Así, mencionó la resolución aprobada por la Asamblea General de la ONU en diciembre por la que se insta a los Estados a una moratoria mundial y que fue respaldada por 121 votos. Se opusieron 35 y hubo 32 ascensiones.

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