La selección no funciona

La selección no funciona

Para clasificarse dependía de sí misma; ya no.
Estar en la Final Four de la UEFA Nations League ya no está en la mano de la selección española. Es lo que pasa cuando no se hacen bien los deberes y Luis Enrique debería tomar buena nota. Inglaterra y Croacia se ven las caras hoy y sí dependen de sí mismas para estar en la fase final.

Solo puede quedar uno y ambas tienen opciones. Firmar un empate sería poner un puente de plata a un combinado español que no lo merece. Inglaterra perdió y aprendió. Croacia hizo lo propio.

Ya que no dependemos de nosotros mismos, es el momento de abrir varios melones. El primero, el de la portería. Resulta incomprensible el empeño del seleccionador en mantener a David de Gea bajo los palos por muy buenas sensaciones que dé cuando defiende el arco del Manchester United, que es el que le paga y le da de comer todos los días.

Las sombras frente a las luces se imponen. Sus errores nos apearon de un Mundial y ahora prácticamente nos han dejado fuera de la nueva competición europea. Mientras, Kepa, mucho más efectivo, se comería el mundo.

Los defensa tampoco está exenta de polémica. La lesión de Carvajal es un infortunio que Luis Enrique no sabe, o no quiere, resolver. Jonny Otto falló frente a Inglaterra y Sergi Roberto no estuvo a la altura. El seleccionador asturiano sigue sin dar con la clave para sustituir a Piqué en el centro de la zaga, aunque Íñigo Martínez parece perfilarse como un buen acompañante de Sergio Ramos. Mientras, la banda izquierda parece quedar, de nuevo, bien cubierta por Jordi Alba.

La delantera tampoco es para tirar cohetes. Aunque las cifras parecen invitar a pensar que el combinado español tiene una capacidad goleadora que arrasa, los números nos pueden estar engañándo. De los 16 goles anotados en cinco partidos desde que Luis Enrique dirige el banquillo, solo seis, en realidad cinco, han sido marcados por delanteros: 2, Rodrigo, 3, Alcácer y 1, Asensio. Los restantes son obra de centrocampistas o defensas. Es cierto que se echa de menos a Diego Costa.

La medular también tiene que mejorarse. Isco se perfilaba como el sustituto natural de Iniesta, pero no aparece, ni se le espera, como a Asensio. Si el esférico pasa del centro del campo, habida cuenta del coladero que son, o eran, las dos bandas, poco se puede hacer. No es de extrañar que Inglaterra, en 22 minutos, marcara tres goles. La selección se lo tiene que hacer mirar.

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