La ONU denuncia la violación de decenas de niñas en Sudán del Sur

La ONU denuncia la violación de decenas de niñas en Sudán del Sur

“Ataques deliberados, despiadados y brutalmente violentos” por parte de las fuerzas de seguridad de Sudán del Sur, según observadores de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
El resultado de la ofensiva es que más de 230 civiles han sido asesinados y a más de 120 mujeres y niñas, violadas en Sudán del Sur. En el informe emitido, analizan la violencia registrada tras los enfrentamientos entre el Ejército y el grupo de rebeldes SPLA-10 liderado por Riek Machar, el ex vicepresidente, quien promovió un ataque militar y de las fuerzas que apoyaban al Gobierno en zonas del sur del estado de Unidad, entre abril y mayo.
Los investigadores del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos han acreditado al menos 232 civiles asesinados, algunos quemados en sus viviendas, otros colgados de árboles y otros más heridos a manos de las fuerzas gubernamentales y sus aliados, al igual que jóvenes armados en localidades tomadas por la oposición en Mayendit y Leer en las fechas comprendidas entre el 16 de abril y 24 de mayo.
Según el testimonio de víctimas y testigos, el Ejército y las fuerzas aliadas entraron en localidades, rodeándolas, y disparando a civiles que intentaban huir, todo ello mientras amanecía. Tras ello, las fuerzas atacantes robaban el ganado, saqueaban hogares y quemaban reservas de alimentos y viviendas.
El informe recoge también el uso de violencia sexual contra al menos 120 mujeres y niñas a las que violaron o practicaron violaciones en grupo, incluso alguna de ellas con tan solo 4 años. Otras 132 mujeres y niñas fueron víctimas de secuestros.
Los investigadores argumentan que la brutalidad utilizada por parte de los asaltantes demuestra que su intención era matar o expulsar a la población, a través de actos como la quema de viviendas y cosechas, castigándoles y sembrando el terror para garantizar que abandonasen el lugar.
Asimismo, los investigadores recogen en su informe que “algunos de los cadáveres vistos por los observadores de Derechos Humanos en las localidades en el norte de Mayendit el 12 de mayo mostraban heridas de bala en la espalda”. “Según la información recibida, los ancianos, enfermos y discapacitados que no podían huir fueron a menudo quemados vivos, mientras los atacantes prendían fuego a sus chozas con mecheros”, sostienen.
Más de 5.000 personas buscarán refugio en lugares protegidos por la ONU en Leer y Bentiu como consecuencia de esta violencia, así como que otras 8.000 se escondan en los bosques y pantanos, al igual que otras 18.000 buscarán refugio en Mayendit. Es más, tres trabajadores humanitarios fueron asesinados y las instalaciones de su ONG destruidas.
Visto lo ocurrido, Zeid Raaad al Husein, Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, ha solicitado al Gobierno de Salva Kiir que ponga fin a los ataques contra civiles, comience investigaciones y procure que los causantes rindan cuentas, incluidos los que posean cargos de mando.
“No se debe permitir que se salgan con la suya los autores de estos actos repugnantes contra civiles indefensos, incluidos aquellos que tienen responsabilidad de mando”, ha dicho en un comunicado. “Debe haber consecuencias para los hombres que presuntamente violaron en grupo a una niña de 6 años, que degollaron a ancianos, que ahorcaron a mujeres por resistirse al saqueo y que dispararon a civiles en los pantanos donde se escondían”, ha exigido.
En palabras de Zeid, “aquellos que ordenaron y facilitaron estos horribles crímenes deben rendir cuentas. El Gobierno de Sudán del Sur y la comunidad internacional tienen la obligación de garantizar justicia”. De este modo, ha hecho un llamamiento tanto al Ejecutivo como a la Unión Africana para conseguir un avance en la creación de un tribunal híbrido para Sudán del Sur con el objetivo de que se juzguen las graves violaciones a los Derechos Humanos que se han cometido en el país.
En el informe reflejan actos que constituyen graves violaciones y abusos del Derecho Internacional y de los Derechos Humanos, por lo que podrían ser considerados crímenes de guerra. Los investigadores han reconocido a tres personas que tendrían la mayor parte de la responsabilidad de los actos, una de ellas, presuntamente por su implicación en las violaciones, habría sido apartada de sus funciones.
Desde finales de diciembre de 2013, Sudán del Sur está inmerso en un conflicto que mantiene enfrentadas a las fuerzas fieles al presidente Kiir con las de Machar, independientemente de que en los últimos años han aparecido otros grupos rebeldes. El pasado 27 de junio se suscribió un acuerdo entre el presidente y su principal rival, para un alto el fuego definitivo, pero ambas partes se acusan de incumplirlo. También existen problemas en relación a la formación del gobierno de unidad nacional que se debe crear tras lo acordado.

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