Cuando se cerró el plazo ampliado para los votos por correo a las 14:00 horas del viernes, habían depositado sus sufragios 2,47 millones de electores. Concretamente, 2.471.935.
A las 00:00 horas de este pasado viernes, había votado el 93,8% de quienes solicitaron hacerlo bajo esta modalidad. Esto es 2.461.284 votos por correo, por lo que, al comienzo del día, quedaban por entregar 161.524 sufragios postales.
Así, en esas pocas horas antes de cerrar las oficinas de Correos para este propósito, votó un 0,4% de los 2.626.808 electores que solicitaron hacerlo vía postal.
De este modo, se ha alcanzado el máximo de participación en esta modalidad de votación. Una gestión que, criticada desde algunos partidos políticos, Correos ha acabado calificando como de “éxito rotundo”.
Se trata de la cifra más alta desde las elecciones generales de 2008, el primer año del que hay registros estadísticos homologados.
De hecho, es un 99,08% más que en las elecciones generales de abril de 2019, cuando votaron por correo 1.241.716 electores.
Además, supone un 82,06 más del total de los votos admitidos para los sufragios de junio de 2016, cuando ejercieron su derecho con esta modalidad 1.357.745 ciudadanos. Esta última era la cifra que marcaba el máximo hasta ahora.
Asimismo, se han batido todos los récords de solicitudes de voto por correo que se han admitido (2.622.808) después de poner a disposición la documentación al 100% de los votantes.
Esto es, entregándola en mano o dejando el aviso para que el elector pasara a recoger los documentos a la oficina postal más cercana.
Comparando el número de solicitudes y los votos por correo admitidos, la ratio se ha situado en el 5,8%. Supone otro récord, ya que es el porcentaje más bajo en todos los procesos electorales.
La de junio de 2016 fue del 6,6% y la de abril de 2019, del 7,8%. A su vez, la media de todas las elecciones generales celebradas desde 2008 se situó en el 7,3%.