Niños e indígenas son los más vulnerables.
Según el informe Panorama Social de América Latina 2017, elaborado y presentado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, CEPAL, un total de 61 millones de personas viven en pobreza extrema y 186 millones en pobreza, lo que representa un aumento de un 1,8% y un 2,2%, respectivamente, en comparación con 2014.
En México, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social, Coneval, la población en pobreza se eleva a 53.418.000 personas, y en pobreza extrema a 9.375.000. Asimismo, los estados con mayor índice de pobreza entre 2014 y 2016 fueron Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Veracruz y Puebla.
Pero también hay datos positivos, aunque mejorables, como que, entre 2002 y 2016, según el estudio regional de la Cepal, la desigualdad de ingresos se redujo gracias a las reformas en algunos países de América Latina, aumentando los salarios mínimos y creando empleo. En cambio este dato es contrario en el caso de México. Según un estudio realizado por el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico más de 22 millones de mexicanos, el 42% de la población activa, tienen sueldos que apenas llegan al salario mínimo, con lo que es insuficiente para una cesta básica y los pone en situación de pobreza. Esto, a su vez, ha hecho que aumente el empleo sumergido en el que los trabajadores prefieren mejores salarios aunque con prestaciones sociales inferiores.
A su vez, el estudio Panorama Social 2017 constata que la pobreza extrema en América Latina y el Caribe tiene especial incidencia entre niños, adolescentes, jóvenes, mujeres y población rural, lo que sí concuerda con el informe de Coneval, que decía que en 2015 en, al menos, 15 municipios de Oaxaca, Chiapas y Guerrero la mayor parte de la población está en pobreza extrema.
Con el objetivo de acabar con esta situación, CEPAL recomienda fortalecer las políticas laborales y de protección social, desarrollando un sistema de reformas tributarias para la reducción de la pobreza.